En esta campaña presidencial, que se define en siete días, se ha utilizado todo tipo de información falsa como estrategia para desvirtuar la verdad de los hechos. Una de ellas es la experiencia acumulada para desempeñar el cargo de presidente de la República de Gustavo Petro y Rodolfo Hernández a partir de cómo les fue en su condición de alcaldes de Bogotá (2011-2014) y Bucaramanga (2016-2019).
Para salir de dudas, se presentan a continuación, dos tablas que viene realizando el Departamento Administrativo de Planeación – DNP – desde 2001.
La primera, de los ingresos totales 2015-2019, y la segunda, para medir el desempeño integral de los alcaldes a partir de la metodología de Evaluación de Resultados con base en las ejecuciones presupuestales de cada año; en este caso, de los gobiernos distrital y municipal.
La tabla que se presenta a continuación contiene los ingresos totales presupuestados para Bogotá y Bucaramanga correspondiente a los años 2015-2019 en cuantía de 73,5 y 3.6 billones de pesos. Como se puede apreciar, el presupuesto plurianual (un quinquenio) del Distrito capital de Colombia es veinte veces el de la capital del departamento de Santander.
La anterior comparación nos permite preguntar ¿A cuál de los dos ejecutivos, hoy candidatos presidenciales, tiene en su haber una mayor experiencia en la gestión territorial de los recursos, así como un mejor desempeño integral en el manejo de los asuntos públicos de sus alcaldías que administraron por cuatro años; el uno con una suspensión arbitraria que resolvió la Comisión Interamericana de Derechos de Humanos –Cidh– y el otro, con dos suspensiones y una imputación de la Fiscalía General de la Nación pendiente de juicio?
En el anterior contexto financiero, el Índice de Desempeño Integral de los alcaldes Petro Urrego y Hernández Suárez, mide de manera agregada la eficacia (cumplimiento de metas del plan de desarrollo), eficiencia (combinación óptima de recursos), cumplimiento de requisitos legales, capacidad administrativa, desempeño fiscal-financiero y la gestión territorial de Bogotá y Bucaramanga en cuatro años.
Los datos sobre la medición del desempeño total de los exalcaldes se exponen en lasiguiente tabla a partir de una escala de cero a 100. En ella se puede comparar año por año el resultado del desempeño integral de los exburgomaestres. Como se puede observar, en el primer año del gobierno Petro aventajó por 20,1 puntos al de Hernández; en el segundo, Bucaramanga estuvo por encima de Bogotá en 13,6 puntos; en el tercero y cuarto, el candidato del Pacto Histórico superó con 8,9 y 19,85 puntos respectivamente, al candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción.
El promedio del Índice de Desempeño Integral en los cuatro años de Bogotá fue de 80,5 puntos y el de Bucaramanga de 72,6 sobre cien puntos para una diferencia a favor de la administración Petro de 7,9 respecto de la gestión de Hernández en la Ciudad de los Parques.
A partir de los resultados expresados en los datos anteriormente expuestos y certificados por una entidad del gobierno, como lo es el DNP, usted puede sacar sus propias conclusiones y valorar la mejor opción para gobernar a Colombia en el periodo 2022-2026.
Complementariamente, la evidencia de los datos debe permitirle superar los prejuicios sobre los candidatos; en particular, que por proponer ambos restablecer las relaciones con Venezuelavan a implantar el modelo castrochavista en Colombia, lo relacionado con las expropiaciones como política de gobierno, el desconocimiento de la propiedad privada, para citar los más recurrentes.
La experiencia anteriormente medida de los dos exalcaldes debe ser un referente racional para que la ciudadanía sufrague el 19 de junio con un voto libre e informado y supere la estrategia de manipulación emocional apelando al miedo en la elección de uno de los dos candidatos presidenciales.