El departamento de La Guajira continúa en cuarentena en los servicios de salud, educación, alimentación escolar y agua potable y saneamiento básico, a pesar de los avances alcanzados durante los tres años que permanecieron intervenidos esos sectores en medio de unas fluctuaciones administrativas, pero el nuevo Conpes ha aprobado una injustificada extensión de la vigencia de la medida correctiva de la Asunción Temporal.
La llamada ‘Asunción Temporal’ en los temas de salud, educación, alimentación escolar y agua potable y saneamiento básico en La Guajira, no es más que un despilfarro del erario público relacionado con unos exorbitantes sueldos y abultados gastos de viajes, ya que el funcionario que proviene de fuera del Departamento llega los martes y se regresa generalmente los jueves y quienes representan al Gobierno nacional en la intervención, no interactúan con los usuarios del sector que representan, situación que es lo que lleva a que se generen bloqueos en las vías de La Guajira. Todos los bloqueos les corresponden solucionarlos a los alcaldes y el secretario de Gobierno departamental, pero el gobernador allí no tiene ni voz ni voto y quienes están liderando la intervención, poca atención le prestan a las recomendaciones que hace el mandatario departamental.
La ‘Asunción Temporal’ ha sido nefasta y en nada ha solucionado los problemas que el Documento Conpes 3883 trató de corregir y pareciera que fuera más un negocio de quienes lo ejecutan, el cual en el momento en que se implementó se creyó que era la panacea, pero tres años después de aquel 21 de febrero de 2017 que se promulgó el Documento Conpes 38831, que adopta la medida correctiva de ‘Asunción Temporal’ para la prestación de los servicios de educación, alimentación escolar y agua potable, podemos decir que ha sido un fracaso, pero es más preocupante que el gobierno del presidente Iván Duque se preste para acolitar tremendo fracaso administrativo, prorrogándola por dos años más.
La medida correctiva de la ‘Asunción Temporal’ se creía que iba a mejorar la situación, pero “resultó peor el remedio que la enfermedad”. Simplemente porque quienes representan al Gobierno nacional en cada una de las dependencias, son los verdaderos fantasmas que los habitantes de La Guajira sabemos que existen, pero que en ningún momento los vemos. Para nosotros, la intervención de esos sectores sigue en cuarentena, no por el número de días sino por el aislamiento que sus ejecutores someten a los usuarios y los gobernantes de La Guajira.