Varias son las apuestas de La Guajira, para suplir la explotación del carbón en diez años cuando la empresa Cerrejón cierre de manera definitiva la mina. Es necesario advertir que por el momento no existe una ruta clara de la forma como el departamento enfrentará la crisis que se ve venir, cuando los más de doce mil trabajadores dejen de prestar sus servicios a Cerrejón.
Si bien el cierre será paulatino, es claro entonces que se ha perdido un tiempo valioso para el desarrollo de esos otros sectores que entraran a reemplazar los recursos económicos que genera la explotación del carbón cuyas regalías se invierten por ejemplo en la gratuidad de la educación.
La lógica se impone, y por tanto es urgente que se empiece a trabajar en esa nueva realidad para el Departamento, que requiere que todas sus instituciones públicas y privadas se unan para darle sentido a esa hoja de ruta necesaria para tener claridad de la manera como se trabajarán esos otros sectores. La Guajira cuenta con bondades de la naturaleza como sus vientos y el sol, fundamentales para el montaje de las energías alternativas cuyos proyectos no avanzan por las dificultades entre los privados y las comunidades indígenas dueñas de territorio.
Otros sectores como el turismo y el desarrollo del campo son claves para la generación de empleo que crecen gracias a los emprendimientos, pero no porque exista en los gobiernos políticas claras para que realmente se conviertan en sectores fuertes que dinamicen la economía de La Guajira. Si los gobiernos no manejan información de cómo La Guajira va a enfrentar el cierre de la empresa Cerrejón, muy seguramente se vienen tiempos muy difíciles que solo se evitarán en la medida que desde ya se trabaje como una prioridad pues no hay que seguir esperando lo que va a suceder en diez años o antes.
Gremios como la Cámara de Comercio de La Guajira y la Mesa Más La Guajira, juegan un rol clave en esta circunstancia por lo tanto también son los llamados para poner el tema en la agenda pública.