En el juego de la pimientica siempre gana el dueño de la mesa. Es un hombre de uñas largas, que tiene a su alrededor varios calanchines que se encargan de apostar, ganar y emocionar a los mirones, quienes finalmente, terminan apostando y gastando el dinero destinado para la canasta familiar de la semana.
Casi de forma parecida, pero lógicamente, con un andamiaje en donde participan los gobiernos, legisladores e inversionistas, quienes tienen como mirones a la Superservicios y otros organismos de control, están las llamadas empresas operadoras, o mejor, los ‘revendedores’ de energía, creados por los legisladores. El único objetivo es ‘quitarle’ la platica a los usuarios de servicios de energía eléctrica y agua potable, protegidos por la Ley 142 y 143.
El dueño de la pimientica arregla a los inspectores, los policías y le mandan un ‘saludo’ a los alcaldes, para que todo siga igual. En el caso de los subsidios, los operadores envían saludos especiales para que la mirada no se centre en los usuarios fantasmas en los estratos 1, 2 y 3, a quienes supuestamente se les entrega un subsidio para amortiguar la onerosa carga que contiene una factura de servicios.
La Contraloría General de la República acaba de alertar sobre una millonaria deuda que tiene el Estado Central con las empresas ‘revendedoras’ de la energía que consumen los estratos 1, 2 y 3.
Para el estrato 1, se le paga un 60%, el estrato 2, 50% y el 3, un 15%. Esa es la parte utópica que señala la ley. La realidad, o mejor, la ‘trampita de la pimientica’ es que, para las empresas ‘revendedoras’ casi todos los usuarios superan los 173 y los 184 kw. Extrañamente el Estado siempre les paga a los operadores.
Paradójicamente, en las zonas donde más se deben subsidios, es la periférica del país, donde el kilovatio es más costoso, los servicios son pésimos, y las tarifas las más elevadas de todo el territorio. ¡Extraña coincidencia!
Según las cifras, la empresa Afinia tiene una deuda de 1.7 billones de pesos por esta opción tarifaria, mientras que Air-e, reclama 850.000 millones de pesos, de los cuales ya ha recaudado 715.000 millones de los usuarios en Atlántico, Magdalena y La Guajira.
La CGR, debería investigar a fondo, quiénes son esos usuarios que reciben el famoso subsidio. ¿Dónde están? La Superservicios, una eterna aliada de los ‘revendedores’ de energía y agua, conoce bien está historia. Ellos, como en el juego de la ‘pimientica’ cumplen el papel de motivar a los mirones para que apuesten.
Mientras exista el contubernio entre el Estado y el sector privado, encargado de revender la energía y el agua potable, los usuarios seguirán sufriendo. Existen muchas ‘sanguijuelas’ pegadas a la piel de los usuarios, que ya no tienen sangre para aportar.