El proyecto de la represa del Ranchería, uno de los más importantes de La Guajira se le sigue considerando como una obra inconclusa, porque no está cumpliendo con todos sus objetivos como es llevar agua a nueve municipios, irrigar 18 mil hectáreas de tierra y el servicio de energía a través de una hidroeléctrica.
Hoy, desde el Gobierno departamental de La Guajira, se trabaja con la Agencia de Desarrollo Rural, para avanzar en la operatividad de la represa, por eso se dio un primer paso como autorizar que la empresa de Servicios Públicos se conecte a ciertos puntos para llevar agua a los municipios de Fonseca, Hatonuevo, Barrancas, Distracción y San Juan del Cesar.
El anuncio importante y positivo en la medida que realmente se cumpla en un tiempo prudencial, entendiendo que muy seguramente se requerirán de recursos económicos adicionales para avanzar en ese propósito.
El acceso al agua potable es una prioridad en todo el departamento de La Guajira, de los quince municipios solo uno cuenta con ese servicio las 24 horas los siete días a la semana.
Por ello hacer buen uso de ese proyecto multipropósito como lo es la represa del Ranchería para garantizar agua a gran parte de la población es una bendición, el que debe ir acompañado de poner en marcha los dos distritos de riego para irrigar 18 mil hectáreas de tierras disponibles para el sector de la agricultura.
Los mandatarios de este periodo de Gobierno deben concentrar sus esfuerzos en garantizar el servicio de agua a la población, trabajando de la mano del Gobierno departamental y de la empresa de Servicios Públicos de La Guajira, que hasta el momento muestra resultados de la gestión realizada por su gerente Andreina García.
Es la oportunidad entonces para ir superando ese problema de siempre, para que la gente pueda al fin disfrutar de un servicio al que tiene derecho y que le ha sido negado por mucho tiempo.
Las más recientes cifras de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) evidencian que cerca del 29% de la población en Colombia no tiene acceso a agua apta para el consumo.
Es decir que 13,8 millones de usuarios no cuentan con acceso a ese servicio vital, con las implicaciones que tiene para la salud, la superación de la pobreza y la calidad de vida, en las que se encuentra lamentablemente el departamento de La Guajira.