, y de la posibilidad de generar empleo a una comunidad que intenta mejorar su calidad de vida.
La meta es cultivar tres mil hectáreas desde el norte de La Guajira, en los municipios de Riohacha y Dibulla, y en otros del sur del departamento como Fonseca y Distracción, para lo cual los agricultores han ido avanzando en ese propósito que esperan cumplir este año.
Además de sembrar algodón buscan diversificar la tierra plantando también arroz para dos temporadas al año.
Sin embargo, este grupo de emprendedores que ponen a disposición la tierra requieren del concurso del Gobierno nacional para poder acceder a recursos económicos que les permita explotar en todo sus derivados esa siembra para poder ser exitosos en un proyecto que ya se está trabajando.
Los algodoneros requieren semilla, agua, agro químicos y maquinaria para avanzar en el negocio y lograr ser competitivos frente a otros departamentos fuertes en ese sector.
Es necesario que el Gobierno departamental trabaje de la mano con sus agricultores para sacar de la tierra todos esos productos que generan empleo desde el proceso de la siembra, su recolección, transporte y venta.
Hoy los campos de La Guajira se visten de blanco, en señal de una nueva oportunidad que llega para explotar otro renglón importante de la economía.
Por eso es urgente que las autoridades se apropien de este renacer del algodón, aprovechando la bondad de la tierra pero también la pertinencia de los agricultores que siguen creyendo en la reactivación del campo a pesar de las muchas dificultades que siguen enfrentando, como no contar con el suficiente recurso para ir avanzando en el negocio.
El llamado entonces al gobernador encargado Wilson Rojas Vanegas y los alcaldes, es a que hagan causa común y desarrollen todas las gestiones que sean necesarias ante el Gobierno nacional para que miren al Departamento y apoyen a este grupo de agricultores que le han puesto toda su fe a la siembra de algodón.