No cabe dudas, el proyecto de convertir a la Alta Guajira en el municipio número 16 de este Departamento y el 1.105 de Colombia, es una ilusión por un territorio desértico, que desde 1934 depende de Uribia, considerada la capital indígena.
Se abre una nueva oportunidad de desarrollo para las pequeñas comunidades dispersas y atrapadas por un desierto pobre y
abandonado por el Estado, en donde hasta las esperanzas parecen perdidas Unos de los efectos sociales que ha contribuido al acentuamiento de la pobreza en este territorio septentrional de Colombia, es el dispersamiento poblacional, lo que hace más
difícil la inversión del Estado, para solucionar las Necesidades Básicas Insatisfechas, de quienes por siglos han habitado un desierto, por donde paradójicamente, ingresó el progreso a este país, cuando Puerto López existió como zona de libre comercio y luego llegó el buque Almirante Padilla, con una orden de Bogotá, para decomisar todas las mercancías que estaban a la venta, para que miles de compradores que llegaban ávidos de todo el país se las llevaran mediante trueque comercial.
El senador Alfredo Deluque Zuleta, lanzó la propuesta, pero ya tiene avances de lo que será la elaboración del proyecto que se debe presentar ante la Asamblea de La Guajira, para iniciar los debates.
Jurídicamente regiones como la Alta Guajira, que tienen una frontera natural con Venezuela, están amparadas por la Ley 191 de
1995, conocida como Ley de Fronteras, que establece un régimen especial para estas áreas, reconociendo sus características geográficas, sociales y económicas particulares.
Pero, además estaría respaldada por un marco normativo que se encuentra en la Ley 1551 de 2012, sumados al soporte legal que reformó el artículo 8 de la Ley 136 de 1994, y establece los requisitos para la creación de municipios en general. La normativa clave para la creación del municipio es la Ley 1551 de 2012; también es relevante el Decreto 2144 de 2013, que reglamenta el tratamiento especial para las zonas de frontera.
El nuevo municipio Alta Guajira, cuya cabecera sería Nazareth, va a contar con un respaldo jurídico importante para que
sus dirigentes puedan fundamentar muchos proyectos para fomentar su desarrollo, lo cual podría incluir condiciones específicas para el fortalecimiento de municipios en estas áreas.
No hay dudas que el proyecto cuenta, además de respaldo político, con los requisitos que establece la Ley 1551 como son una población mínima de 10,000 habitantes, pero por estar en zona de difícil acceso, apenas se requieren 5 mil.
Hasta el momento no se conocen sectores opositores al proyecto. En Uribia la comunidad lo respalda, saben que el presupuesto municipal no alcanza para suplir las necesidades de las comunidades más apartadas, y que el único fin es mejorar la calidad de vida
de esos habitantes.