Desde que existe el ser humano, se dan las conspiraciones; varias personas se unen, de manera sórdida y mal intencionada, para hacerle frente a una realidad que no les conviene o que les resulta incómoda y sin mayores reparos la rebaten con falsas teorías o hechos que, en la mayoría de los casos, parecen extraídos de un libro de ciencia ficción.
Ejemplo de lo anterior vemos todos los días en medios de comunicación y en las redes sociales; hemos llegado al colmo de ver personas que piensan y creen que los extraterrestres viven entre nosotros, que tienen injerencia en todos los países y todas las instituciones y que hacen parte de la “elite mundial” que nos gobierna.
Últimamente han pretendido graduarme como un político con condiciones supra normales más propias de “los políticos extraterrestres”, quizás por sentirse desplazados o amenazados por los espacios que hemos alcanzado. No han encontrado mejor argumento que sistemáticamente culparme, en contra de toda lógica, de las dificultades y problemas de dirigentes locales. Naturalmente, la “estrategia” de difundir falsas versiones, carente de sentido común y ostensiblemente contrarias a la elemental lógica, para pretender generar un efecto negativo, esta llamada al fracaso, como lo evidencian los últimos resultados electorales que obtuvimos en el Departamento.
Argumentar, por ejemplo, que he sido capaz de lograr que la Fiscalía, los Tribunales, la Corte Suprema de Justicia, etc., estén sometidos a mis órdenes, parecería más el desarrollo de una tesis en virtud de la cual mis poderes extraterrestres me permiten influenciar e intervenir en la mente de quienes toman las decisiones, influencia que, paradójicamente, no me ha servido para absolver y liberar de problemas a los allegados a mí.
No puede criticársenos, que a los pocos años de estar en el Congreso, hubiéremos accedido a posiciones que nos distinguieron en el pasado y que nos habían sido negadas en los últimos 20 años, y desde las cuales representamos dignamente a nuestra Guajira sin un solo hecho que ameritasen las usuales investigaciones disciplinaria o penales.
Ciertamente, soy responsable de cumplir la función que me otorga el partido de La U, de coordinar la elaboración de las ternas para suplir la ausencia de Gobernador, labor que hemos cumplido y que inclusive me generó diferencias con amigos del Gobierno anterior, en mi afán de salvaguardar la coalición que había impulsado el triunfo del doctor Wilmer González, rechazando el ofrecimiento de participación en el gobierno del doctor Weildler Guerra, como es por todos conocidos.
Como dirigente guajiro es mi deber recomendarles, ante la avalancha de noticias falsas a través de la red social que se verán incrementadas con la cercanía del proceso electoral, extremar la rigurosidad y el celo en el análisis de todas aquellas informaciones que se refieran a los protagonistas de nuestra política Guajira, para así no servir de idiota útil o caja de resonancia, a los que, ante la falta de argumentos y propuestas se apoyan en la difamación y la calumnia.
Continuaré adelantando la labor que como miembro de la Rama Legislativa me corresponde, prestando el apoyo que estén dispuesto a recibir de mi parte nuestros mandatarios locales y departamental y los sectores sociales y comerciales en general, haciendo caso omiso de las acciones y opiniones con claros propósitos de distraer, fastidiar o agredir y acogiendo las críticas y consejos bien intencionados.