Quedó demostrado el potencial de estas nuevas generaciones, que le hacen honor a la música de acordeones donde prevalecen los nuevos aires sin dejar de lado ese aporte histórico de lo tradicional.
La realización de este festival que es esperado cada año por la comunidad, sigue demostrando que se requiere de un escenario que brinde las garantías adecuadas para que allí se concentren todas las actividades alternas, amén de las famosas noches de gala.
Actividades todas ellas importantes, donde sus protagonistas demuestran toda su creatividad pero que desafortunadamente los asistentes no logran disfrutar por las incomodidades propias de los sitios donde se montan.
Las noches de gala, que anteceden a las eliminatorias también requieren que los directivos de la fundación analicen la forma como se vienen montando, donde el espectáculo musical se entrega a un privado para que garantice que los grupos que se contraten cumplan con su presentación, quienes deben recuperar su inversión con la venta de la boletería.
Esta situación merece una especial atención, para evitar los inconvenientes presentados con un número importante de ciudadanos que se acercan buscando disfrutar de manera gratuita, y a una distancia prudente el espectáculo, lo que evitaría que ingresaran a la fuerza tirando al suelo las vallas protectoras que se colocan para separar las zonas, como lo que ocurrió la noche del sábado.
Otro tema tiene que ver con los periodistas de la ciudad, a quienes no se les brindan las garantías para realizar su trabajo en una zona donde puedan moverse para la toma de fotografías, vídeos y entrevistas que se requiere para la información que deben compartir con la ciudadanía a través de los diferentes medios de comunicación.
Los periodistas que son generadores de opinión, y quienes son claves para la difusión de las actividades que se generan en el marco del festival, solo exigen un lugar adecuado para su trabajo, y eso solo lo puede garantizar la fundación porque al privado que monta el espectáculo solo le sirve recuperar su inversión.
Estos lunares empañan un poco la forma como viene creciendo el Francisco El Hombre, cuyas actividades reactivan la economía de la ciudad, la promocionan desde lo cultural y turístico, demuestran todo el potencial musical de las agrupaciones, diseñadoras, de quienes brindan sus exquisitos platos de comida, del disfrute de los visitantes, pero no se les puede olvidar jamás que este evento es de la comunidad de la ciudad, y de un grupo de personas como los periodistas que exigen un espacio adecuado que brinde las garantías para trabajar, y seguir contribuyendo a su crecimiento hasta que logre ser totalmente autosostenible.
Adelante señores de la Fundación, el festival sigue creciendo y el trabajo debe ser continuo para que cada año los logros sean mejores, y se retribuya ese esfuerzo de ustedes pero también que la gente lo siga apropiando como suyo a través de nuevas ocupaciones que les genere de alguna manera bienestar.