Alrededor de la fiesta de la Virgen Nuestra Señora de los Remedios, la patrona de Riohacha, giran otro tipo de celebraciones impuestas por los caciques políticos que se reúnen para consolidar alianzas en procura de lograr el triunfo para el proceso electoral del mes de octubre cuando se elegirán nuevos gobernadores, alcaldes, diputados y concejales.
Reuniones que se convierten en los grandes festines donde prima la buena comida, el trago y la música para cerrar acuerdos que satisfacen solo a los reconocidos líderes por encima de lo que piensa el común de la gente.
Esta inusual práctica no le hace bien a un departamento como La Guajira, y a una ciudad como Riohacha, donde aún las mínimas necesidades de la gente no son satisfechas.
Es urgente hacer un alto en el camino, para desarrollar otra clase de ejercicio lejos de las pomposas fiestas para que la comunidad pueda conocer qué representa cada candidato, de dónde viene, qué propone, cómo financian su campaña, qué experiencia tienen en lo público y cómo privilegian el conocimiento para poder ejercer un voto consciente y libre.
Los guajiros y los habitantes de Riohacha debemos aprender las lecciones, saber que este proceso electoral del mes de octubre es crucial porque es la oportunidad para elegir a conciencia a quienes estarán administrando estos próximos cuatro años de gobierno.
Lamentablemente este periodo de gobierno que termina este año, lo perdió el Departamento y la capital de La Guajira por la crisis institucional, debido a los problemas legales de quienes fueron elegidos por elección popular, tiempo que no se podrá recuperar.
Por eso más allá de un jolgorio, son los propios candidatos quienes deben empezar a mostrar un ejercicio diferente para llegar a la comunidad, a esas personas que terminan vendiendo el voto porque simplemente perdieron la confianza y no creen en ellos.
La Guajira merece seguir creciendo y eso solo se logrará en la medida que tomemos una decisión responsable a la hora de votar, pero también que mostremos sentido de pertenencia y como ciudadanos actuemos correctamente.