Un sabor amargo dejan las encuestas falsas que se realizan para conocer la favorabilidad de los candidatos a los cargos de elección popular.
En el caso de La Guajira, recientemente se dio a conocer una que provocó una serie de reacciones en el marco de una alianza entre los precandidatos Laura Andriolis, Jimmy Boscán y Jorge “Nenón” Figueroa.
El ejercicio marcó entonces varias consecuencias que debe generar reacciones en la comunidad, y especialmente en los medios de comunicación para evitar difundir informaciones falsas.
La situación deja claro que este será un proceso electoral muy complejo y delicado, en donde la polarización jugará por todos los lados, causando una serie de dificultades que no ayudará al elector a tomar su mejor decisión.
Los precandidatos se han dedicado a promover su plataforma política y a concretar sus apoyos políticos dejando en un segundo plano el pensamiento crítico de la situación que se vive en el Departamento, de la inseguridad, de la falta de oportunidades para los jóvenes, del desempleo, de la muerte de los niños por desnutrición.
Se esperaría entonces, que así como invierten su tiempo en la plataforma para lograr el triunfo, entiendan que un grueso de la población se siente desanimada y muy seguramente no ejercerá el derecho al voto.
Es importante darle prioridad a las propuestas, encontrar caminos diferentes para estar cerca de la gente y estimularlos para que voten a conciencia y de manera responsable,
Es una oportunidad de oro para entablar diálogos diferentes, siempre promoviendo las propuestas para generar un diálogo de doble vía y ganar esa confianza que se ha perdido en quienes ostentan los cargos de poder porque no lograron cumplir con sus programas de gobierno.
La comunidad tiene la palabra, por eso el llamado para que también ejerzan el derecho al voto de manera consciente, evaluando a cada candidato desde sus propuestas, su experiencia, su conocimiento de la cosa pública, la financiación de la campaña y la responsabilidad con que asume cada decisión de su paso por la vida.
La Guajira requiere un cambio y esa decisión la tiene su gente.