Varias obras anunciadas por el presidente de la República, Gustavo Petro, para La Guajira aún no se inician, lo que está generando preocupación entre la comunidad esperanzada en que el mandatario cumpla con lo prometido.
En su oportunidad se ofrecieron recursos económicos para desarrollar obras en sectores claves como el de transporte, turismo y las salinas de Manaure.
Esas circunstancias motivaron a que el gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar Deluque, en la reciente cumbre le solicitará al presidente cumplir con las obras prometidas al Departamento.
En esa reflexión solicitó a la nueva ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, revisar los proyectos en donde se estarían invirtiendo más de 80 mil millones de pesos, en vías para la Alta Guajira, que permitirían que las familias wayuú no queden incomunicadas vía terrestre en la época de invierno.
El mandatario también solicitó que se revisara el avance del proyecto vial Uribia-Puerto Bolívar, cuyo plazo de ejecución se extiende hasta 2030 y, a la fecha, solo cuenta con 19 kilómetros construidos, generando incertidumbre en las comunidades locales.
Otra de las promesas del presidente Gustavo Petro, tiene que ver con la reactivación de las salinas de Manaure, proyecto de Ley que fue presentado pero que se encuentra estancado porque el Ministerio de Comercio no cuenta con los recursos económicos para la capitalización.
La situación es bastante complicada toda vez que a este Gobierno del presidente Gustavo Petro, le queda poco tiempo, amén de las dificultades políticas que ensombrecen las decisiones del Gobierno nacional.
Para el gobernador Jairo Aguilar Deluque, es importante que el mandatario de los colombianos pueda ejecutar las obras que le prometió a los guajiros para evitar de alguna manera las vías de hecho.
Las obras prometidas revisten una singular importancia, porque además ayudan a otros sectores como el del turismo un renglón importante para la economía de La Guajira.
Las familias wayuú creen en el presidente Gustavo Petro, por eso no pierden la confianza, y confían que al término del mandato las obras prometidas sean una realidad.