No es sano que los funcionarios del Gobierno nacional sigan desconociendo a las autoridades del departamento de La Guajira, quienes son los que llevan las cargas de las reclamaciones de quienes viven en el territorio.
Tampoco lo es utilizar términos despectivos de quienes ostentan cierta dignidad con quienes en medio de las dificultades que vive el Gobierno nacional, hacen la tarea para lograr el cumplimiento de una serie de promesas que siguen en el olvido.
El reciente bloqueo de las vías de acceso a La Guajira, liderada por varias organizaciones que reclamaban el cumplimiento de unos compromisos que son del resorte nacional terminó en un juego político.
Los egos de ciertos líderes sociales y políticos fueron evidentes, resaltados en sus propias redes sociales.
Tampoco lo es que los líderes que representan a las comunidades, se presten para hacerle el juego a quienes tienen algún interés político.
Los funcionarios del Gobierno nacional deben ser claros al momento de suscribir compromisos con las comunidades, especialmente en estos momentos de crisis institucional.
El bloqueo de todas las vías de acceso al Departamento generó altas pérdidas económicas a sectores como el transporte y turismo, renglones importantes de la economía de La Guajira.
La situación del territorio es bastante compleja, por eso es necesario que todos remen a un mismo lado, trabajar en equipo para que los acuerdos se cumplan en un espacio de tiempo determinado.
En esta situación particular las comunidades deben hacer estricto seguimiento a los compromisos pactados, acompañados del gobierno departamental y los entes territoriales para empujar desde el territorio el cumplimiento del Gobierno nacional.
Estos compromisos deben estar lejos de las campañas políticas, porque de lo contrario será repetir lo que viene pasando en el incumplimiento de los acuerdos que se pactan.
El Departamento no resiste más bloqueos de sus vías, las estadísticas que maneja la Cámara de Comercio de La Guajira, revela que durante el 2024 se presentaron 466 cierres, número que superó en un 120 % los del año 2023.
El llamado es al diálogo, hacerle honor a la palabra como el camino para encontrar soluciones estructurales y sostenibles.