El reciente bloqueo de las vías de acceso al departamento de La Guajira, protagonizado por organizaciones campesinas y afrodescendientes dejó al descubierto las promesas incumplidas del Gobierno nacional al Departamento.
Fueron más de 48 horas de bloqueo que generó altas pérdidas económicas a varios sectores como el de transporte, turismo y servicios entre otros.
Para levantar la protesta, el Gobierno nacional a través de la Agencia Nacional de Tierras se comprometió con los manifestantes en el cumplimiento de una serie de peticiones entre ellas la adquisición de predios para los campesinos.
Al Gobierno departamental quien actuó como interlocutor, le corresponde ahora tener especial cuidado para que el Gobierno nacional cumpla con los compromisos en el término de tiempo que quedó definido en el acta que se suscribió con los manifestantes.
En este caso es importante ese seguimiento, para evitar que nuevamente estas organizaciones bloqueen las vías por incumplimiento a lo pactado.
El mandatario puso a disposición a su equipo de trabajo, quienes juegan un papel importante para ese seguimiento tan necesario pues se trata de compromisos trascendentales para la población campesina y afrocolombiana.
Como se trata de remar todos al mismo lado, se requiere entonces que el Gobierno nacional realice todos los esfuerzos necesarios para cumplir con lo pactado.
El llamado también es para las organizaciones a que se conviertan en veedores, e informen a tiempo de cualquier retraso que observen, pues es la única manera de llamar la atención de manera respetuosa a los responsables de lo pactado.
Esta es una bonita oportunidad para demostrar que, si se trabaja de manera concertada, sin egos ni demostraciones de poder, muy seguramente se lograrán los objetivos propuestos pues se trata de responder a unas peticiones justas reclamadas por la población campesina y afrocolombiana sobre la tenencia de tierras.
Hay mucho por hacer para demostrar que sí es posible trabajar unidos por una justa causa.