Si el buque Almirante Padilla, llegó a Puerto López y lo dejó arruinado, los 481 bloqueos a carretera, red férrea e instituciones públicas, tienen a todo el departamento de La Guajira al borde de un terrible nocaut financiero y una pobreza total, porque muchas empresas no soportan más los efectos colaterales de estos fenómenos sociales de inmovilidad que a diario se registran en este territorio.
Significa que estamos a punto de repetir la historia de Puerto López en 1954, cuando los comerciantes guajiros y extranjeros tuvieron que migrar a Barranquilla, Maicao y Maracaibo, debido a que la armada venezolana y la colombiana no dejaban llegar las Goletas desde Aruba.
Es imposible creer que faltando 38 días para terminar el año 2024, en este territorio, hemos tenido que soportar 481 bloqueos; de ellos, 195 a carreteras e instituciones públicas, y 286 a la red férrea.
La única empresa grande que tiene el departamento de La Guajira ha venido soportando los embates de algunos sectores, en donde se incluyen los trabajadores, los sindicatos, los grupos étnicos y los arijuanas, que han construidos círculos, que rechazan con grafitis la empresa que genera empleos y regalías.
Todos sabemos que los combustibles fósiles son unas de las principales causas del deterioro ambiental. De eso no hay duda. Por eso el mundo vive una etapa de transición energética.
En el mundo mágico de los tiempos de bloqueos disparados en Colombia en los últimos años, hemos encontrado, protestas con muchas excentricidades, como aquella ocurrida contra la red férrea. Hace unos años, la comunidad de Orroco protestó porque encontró a un vigilante de la línea férrea, con trastornos parafílico, en plena actividad sexual con un animal de la comunidad.
Una mujer indígena ordenó a su comunidad de San Francisco colocar barricadas sobre la vía Hatonuevo – Barrancas, porque un bus arrolló un gallo y el conductor no se detuvo. La protesta duró más de cinco horas, afectando los cambios de turnos en el Cerrejón.
Esta semana se han registrados bloqueos por la muerte de una vaca en la Troncal del Caribe y la vía a Uribia, por la muerte de 15 chivos. Lo insólito fue ayer cuando un hombre colocó barricadas en la carretera para exigir que le arreglen su carro por daños sufridos en medio de las lluvias.
Las sedes del Icbf y Air-e son las más apetecidas para las tomas sociales. Ayer un hombre colocó una camioneta sobre la red férrea a la altura del kilómetro 135.
La economía de La Guajira está atrapada y asfixiadas en medio de la inconformidad social y el incumplimiento de los acuerdos que se firman al calor del asfalto de nuestras carreteras.