La inseguridad se apoderó del departamento de La Guajira, la masacre en un barrio del municipio de Albania donde tres personas fueron asesinadas y dos más resultaron heridas habla por sí sola.
La inseguridad tiene que ver con el accionar de los grupos que actúan al margen de la Ley, en su lucha por tener control en el territorio para seguir con el dominio del narcotráfico y microtráfico.
Además, de las bandas delincuenciales dedicadas al hurto de vehículos, motos y al secuestro, lo que recrudece aún más la violencia en el Departamento.
Las cifras indican que en lo que va corrido de este mes de enero han sido asesinadas 22 personas en La Guajira, de las cuales 9 fueron en Riohacha, en Albania 4, en Maicao 2, Barrancas 2, Villanueva, Fonseca y San Juan del Cesar uno respectivamente.
El tema además de delicado es bastante complejo, porque las autoridades no logran tener el control de estos grupos que se dedican a sembrar miedo en varios municipios de La Guajira.
Los esfuerzos del Gobierno departamental y los entes territoriales por garantizar la seguridad, resultan insuficientes ante la forma como los grupos delincuenciales se mueven en el Departamento.
La falta de confianza de la ciudadanía en sus instituciones es uno de los factores que incide porque aun conociendo información de primera mano no se atreven a denunciar.
El consultor privado Mauricio Cabrera Galvis, plantea que las más apremiantes son el desempleo y el hambre. La delincuencia crece cuando la gente no tiene ni siquiera para hacer las tres comidas al día como le sucede hoy a la tercera parte de los colombianos. Es cierto que hay muchos delincuentes que son sociópatas, que roban y matan casi por costumbre, con total desprecio de la vida del prójimo, pero también muchos otros lo hacen forzados por la necesidad.
Lo cierto es que todas las autoridades en pleno deben esforzarse para asumir que la situación se salió de las manos, para actuar de otra manera y garantizar la seguridad ciudadana porque no sería justo volver a vivir el horror de la violencia en el territorio.
Es urgente actuar porque los grupos armados poco a poco hacen más presencia en el Departamento, generando miedo en la población y desconfianza en sus autoridades.