A La Guajira le asestaron un duro golpe, que impactó directamente su desnutrida economía. El incremento de 600 pesos por galón de gasolina, nos pone a tiro de superar la barrera de los 16 mil pesos por cada galón, en lo que se considera la cifra más elevada en todo el territorio nacional.
Este fuerte impacto se refleja negativamente en todos los sectores de la economía regional. Hace años, el contrabando de combustible, nos permitía disfrutar de un producto a bajo precio. Por esa época, una pimpina de 5 galones tenía un costo que no superaba los 15 mil pesos. Hoy, un solo galón de gasolina full cuesta $15.840.00, mientras que la subsidiada, se paga a $13.743, pero esta, solo se expende por espacio de 20 a 25 días cada mes, se evapora rápido.
El escandaloso incremento de los precios de la gasolina está incidiendo en un disparo en todos los artículos de la canasta familiar, el transporte interdepartamental y municipal, los colectivos, taxis y el servicio informal de motocicletas.
A esto se le suma, la pésima calidad de los combustibles que se venden en todas las estaciones que operan legalmente en el territorio de la península. El bajo octanaje que tiene la gasolina, en estos momentos está destruyendo los motores de los vehículos, generando un sobrecosto a los propietarios de automotores.
El octanaje es la manera en que se mide la habilidad del combustible para resistir ‘el golpeteo’ o ‘tintineo’, que se produce durante la combustión, cuando se mezcla el aire y la gasolina que detonan prematuramente en el motor.
En Colombia normalmente se vende gasolina extra o de primer nivel, con 92 a 93 octanos. La corriente, como se le conoce en nuestro país, debe tener unos 87 octanos. Estos parámetros son dudosos para los usuarios de esta región. Los motores suenan como maracas.
En el caso de La Guajira, ningún municipio ejerce el control de calidad para establecer cuál es el verdadero octanaje de la gasolina que se consume. Tampoco se mide la cantidad. Cada estación hace su control y despachos a su antojo.
Según fuentes consultadas, la sobretasa al precio full pasó de $1.328.97 a $1.463.82. Con el aumento de $600 por galón de gasolina corriente en enero, vamos a pagar más de $2,500 más que el precio que debería tener la gasolina corriente sin subsidio del fondo de estabilización de precios de combustibles (Fepc). Con esta diferencia ahora los consumidores de gasolina empezarán a subsidiar el Acpm en Colombia.
¿Quién pagará por los exabruptos que se hicieron con los recursos del Fondo de Estabilización? Simple, lo están pagando los propietarios de vehículos, esto tiene un claro reflejo entre los consumidores, quienes hoy pagan más por los artículos de primera necesidad. Cuando se incrementan los combustibles, todo se dispara, de eso no hay dudas. En esta región, considerada la más deprimida del país, estamos sufriendo las graves consecuencias del impacto de la subida de la gasolina.
Se espera, que la llegada del nuevo gobernador Jairo Aguilar Deluque, y los 15 alcaldes municipales, puedan aunar esfuerzos para ejercer el control que permita ajustar a las estaciones de combustible que hoy se despachan a su libre albedrío.