El carbón es la principal exportación minera de Colombia, fuente importante de actividad económica e ingresos, especialmente para nosotros los guajiros. En un posible declive en la demanda y la caída de los precios internacionales y la posición del Gobierno nacional de ‘descarbonizar’, pongan en duda la viabilidad de las operaciones de exportación cuya suspensión afectaría drásticamente la economía y el empleo a nivel regional. Es necesario propiciar la reducción de la dependencia minera, mediante la diversificación de la estructura productiva; y, además, se requiere mejorar la calidad de las instituciones para asegurar la adecuada utilización de los recursos públicos a su disposición. Para que esto ocurra, deberá desde la misma sociedad civil jugar un papel muy activo y el Gobierno nacional deberá modificar sus relaciones y su comportamiento con las fuerzas políticas locales para inducir un cambio institucional moderno e incluyente, sin corrupción ni beneficios individuales.
Si no nos preparamos y se interrumpe súbitamente la contribución del carbón a la economía departamental se creará, en primer lugar, una crisis fiscal de La Guajira y de los municipios en el área de influencia de la mina, y los restantes, lo que tendría que ser compensada con transferencias del Gobierno nacional y en segundo lugar nos alejaríamos de un desarrollo así sea a medias, que muchos soñamos; no solo del carbón se debe depender.
Una evolución del Departamento sin carbón, se tendría un impacto negativo de la economía guajira que perdería gran porcentaje de su capacidad financiera con el correspondiente efecto sobre los ingresos directos e indirectos de la población; aun suponiendo que no creciera en forma vegetativa o como resultado de la migración extranjera. Este resultado significa la pérdida adicional de oportunidades para los guajiros, en un contexto en el que las carencias de la población vulnerable, niños y adolescentes indígenas y en general de los habitantes se manifiestan en las grandes brechas de los indicadores socioeconómicos con el resto del país, en este panorama son muchos los nubarrones que se vislumbran.
En cuanto al otro recurso natural no renovable como lo es el gas, donde La Guajira suministran cerca del 66% del gas de Colombia, lo que refleja la importancia de éstos para atender las necesidades energéticas del país. Sin embargo, a nivel regional, el impacto de esta actividad sobre el desarrollo y el crecimiento económico ha sido limitado debido a la naturaleza extractiva de la actividad; la producción de gas en La Guajira no ha generado encadenamientos productivos que nos hayan permitido potenciar el crecimiento económico del departamento. Estamos sostenidos en dos columnas económicas de las que hemos vivido con una dependencia sin prepararnos con responsabilidad para cambios que se avecinan poniendo en riesgos muchas cosas.
Ya es hora de afianzar esos esfuerzos aun tibios buscando nuevos caminos para La Guajira, una nueva economía, no quedarnos como siempre pensado que el carbón es la única fuente, sino prepararnos para fortalecer otros sectores como el de las energías limpias fundamental para el desarrollo económico del Departamento.
El turismo, de acuerdo con cifras del Centro de Información Turísticas de Colombia, La Guajira se posesiona como uno de los principales destinos preferido por los viajeros internacionales cada día crece el interés de nacionales y extranjeros de conocer La Guajira. La agricultura, es otro renglón que tiene un potencial de crecimiento que puede impactar indicadores sociales y económicos si se trabaja en mejorar la baja productividad para potencializar empleos.
El agro tiene un papel significativo en la economía si la sabemos explotar y tenemos las tierras aptas para desarrollarlo.
Es obligatorio dinamizar las ventajas que tiene la región en cuanto a la riqueza de los tipos de suelo y la alta producción de ganado ovino y caprino tanto en norte, centro y sur del Departamento, además en La Guajira se pueden encontrar diversidad de ecosistemas, como los del sur del Departamento, por su cercanía con la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá. Todo esto debe estar relacionado con el acceso al agua potable, a unos buenos y oportunos servicios de salud, mejores vías, una educación con calidad, mas seguridad y es preciso también tener en cuenta aspectos importantes como son la satisfacción tanto del turista como del local, para que surja La Guajira que soñamos sin dependencias de gas y carbón.