La cultura y las diferentes formas de manifestarse a través de las artes son herramientas fundamentales para la esperanza social. Por ello, es fundamental que las mujeres tengan espacios de identidad, libertad e inclusión social y una de estas manifestaciones es el Carnaval y el derroche de alegría que genera en la ciudadanía, con los disfraces, la música, las tamboras, las comparsas y la creatividad, en general, una infinita riqueza cultural.
En este sentido, cobra mucha importancia darle un reconocimiento a la comparsa Endulzando el Carnaval, destacada por la fuerza femenina de la bella tierra guajira, la cual, es un ejemplo de sororidad y de tejido social. Mujeres con un espíritu de liderazgo y alegría que merece ser visibilizado.
El origen de una dulzura
En inicios del año 2011 se conforma la comparsa Endulzando el Carnaval, una de sus fundadoras fue Fenolis Acosta con el apoyo de sus hermanas, quienes le han puesto la fuerza uterina a esta iniciativa que teje la historia de las matronas guajiras (las dulceras) y la nueva generación. El origen de la comparsa fue el deseo de homenajear a aquellas mujeres que, en cada uno de los pueblos guajiros, tejen esperanzas y un mejor futuro para sus familias, con la elaboración de exquisitos dulces, que, con infinita diversidad de sabores, olores y colores, enriquecen de manera contundente la cultura gastronómica de nuestra dama guajira.
Es usual encontrar en nuestras poblaciones mujeres que en un caldero paletean con amor, la leche con azúcar, plátanos y guineos maduros, grosellas, icacos, maíz, toronjas, piña, coco, papaya, mango, ahuyama, ñame y una infinidad de alimentos, que finalmente quedan convertidos en delicias para el paladar. Estas damas del caldero son muy bien conocidas por locales y visitantes que las buscan ansiosamente para degustar el dulce típico del pueblo y llevar a sus lugares de origen el sabroso manjar como regalo especial.
Lo que en principio fue una labor doméstica ejecutada por las señoras para aprovechar el excedente de la producción de leche proveniente de sus corrales o de los frutos cosechados por sus maridos, con el pasar del tiempo, se ha venido fortaleciendo como una actividad económica, con la cual, muchas familias generan sus sustentos.
Comparsa con sentido social
Una comparsa, con buenos resultados propios de la disciplina y el cuidado estético que guardan, siempre exaltando el poder de la juntanza femenina, de avanzar en colectivo y desde la premisa del bien común. Uno de los grandes logros, fue recibir el reconocimiento como la Comparsa Revelación en su primer año y como la Mejor Comparsa del año 2012, en el 2014, tuvo un reconocimiento especial como la Comparsa Excelencia, valorando además del entusiasmo y la alegría, el trabajo coreográfico, el vestuario, la puntualidad y la disciplina de la comparsa.
El sentido social de este colectivo es honrar la historia de las mujeres dulceras, especialmente las del corregimiento de Monguí, que han sido la inspiración de la cofundadora y actual coordinadora Fenolis Acosta Camargo, uno de los patrimonios culturales del pueblo: ‘La Danza del Dulce de Leche’.
Las diosas del caldero son fuente de motivación para continuar fortaleciendo la comparsa, el objetivo es plasmar en la ciudadanía alegría, respeto, amor y lealtad por Riohacha, porque las mujeres que danzan y avivan esta comparsa quieren verla cada día más hermosa y próspera, para que cada día sea una mejor ciudad para todos y todas.
Muchas de las integrantes de la comparsa ‘Endulzando el Carnaval’ nacieron en los diferentes pueblos de La Guajira y su ascendencia tiene el valor infinito de las mujeres y hombres campesinos, trabajadores, emprendedores, nobles, honestos y bullangueros. Otro grupo importante de damas son riohacheras de nacimiento y algunas por adopción, la comparsa les ha permitido unirse en este dulce proyecto por el deseo de continuar aportando lo mejor a la sociedad.
Yojana Acosta Peña
Siguiendo con el legado de excelencia, año tras año, la comparsa elige a grandes mujeres como reinas que representan con altura la política de excelencia de una comparsa que año tras año, resalta por su calidad estética y sublime puesta en escena.
Para este año la reina es la abogada Yojana Acosta Peña, quien, sin duda, con su belleza, elegancia y carisma continuará poniendo en alto el nombre de la comparsa. Ella es valduparense de nacimiento, pero su infancia transcurrió en Monguí, es hija del señor Tomás Acosta Deluque (q.e.p.d.) de quien heredó el gusto por el Carnaval y su madre es Esther Peña (q.e.p.d.).
Y como al lado de toda mujer exitosa y destacada va un buen hombre, la Reina Yojana cuenta con el apoyo de Kelvin Manjarrez Arismendy, con quien comparte el gusto por el Carnaval, es un excelente bailador y amante del Carnaval, por ello, es el Rey Momo 2025; fruto de su amor nacieron Tomás y David.
Así la reina está acompañada de su familia y de las 40 mujeres que integran la comparsa Endulzando el Carnaval, sin duda ella, impregnará alegría y entusiasmo en cada desfile y presentación, despertando a su paso aplausos y la admiración de un público que sabe valorar el espectáculo que con tanto cariño ellas entregan.
En definitiva, la danza es una herramienta de tejido social, que permite procesos pedagógicos, honor a la historia, exaltación del SER y autoestima colectiva, necesaria para relacionamientos pacificados.
Vivan las mujeres creativas, unidas y alegres que exaltan la cultura, la identidad y la grandeza de una tierra majestuosa que no en vano es el único Departamento entre 32 de Colombia que se escribe en femenino – La Guajira -.