“Se oye un grito en el desierto, se oye una voz apagada, se nota un destino incierto en el indio que trabaja”
Fue en el año 1977 cuando Juan Piña grabó con el acordeón de ‘Juancho’ Rois el LP titulado ‘El fuete’, en el cual está la canción titulada ‘Grito en La Guajira’ de la autoría de ‘Beto’ Murgas, a la cual corresponde el aparte que antecede, y la hemos recordado a propósito de las voces de esperanza que se transmiten, cada quien desde su perspectiva, en medio de la vorágine de cosas malas que se están diciendo y que se están escribiendo, para transmitir un equivocado mensaje, como si el Todopoderoso hubiera abandonado a su suerte el territorio peninsular donde ‘El Negro’ Robles y el Almirante Padilla vieron por primera vez la luz.
En día reciente pasado hice pública en redes sociales mi satisfacción, porque en este mundo donde la gente vive pendiente, pero de hablar mal de sus semejantes, con razón o sin ella, dos prelados pertenecientes a distintas Órdenes Religiosas Católicas coincidieron en hacerme reconocimiento a mi silenciosa misión de aportar para el rescate de la tradición oral, la visibilización de hechos históricos y lo más importante, aportar mi granito de arena para subir la nota a tantos lectores que hoy sufren por distintos motivos.
Evidentemente, Monseñor Francisco Ceballos Escobar, Obispo de la Diócesis de Riohacha, me manifestó que me sigue y lee mis publicaciones, que lo que hago es un apostolado, y si lo dice ese gran hombre que tiene más confianza con Dios que yo, la verdad que me hizo sentir como decía Palle Medina “Ancho, legal y completo” lo asumo como la aprobación a mi tarea emprendida desde hace 28 años, cuando el periódico ‘El Flechazo’ publicó mi primer artículo.
En la misma semana, me encontraba dictando clases a los muchachos asignados a uno de mis grupos en el Programa de Derecho de la Universidad de La Guajira, cuando fui interrumpido por mis compañeros de ‘La Polémica Vallenata’ para felicitarme, porque en el periódico Diario del Norte ese día –eran las 6:30 de la mañana– se publicó un artículo titulado: ‘Luis Eduardo Acosta; algo más que vallenato’, el cual comienza diciendo: “Soy hincha de Luis Eduardo Acosta, a quien el alma del vallenato le brota por todos los poros, me encanta leer sus escritos…”.
La verdad que las generosas palabras allí escritas estremecieron mi alma, y me pusieron de presente la primacía de la realidad de mi tierra, siempre son personas que no nacieron aquí quienes le reconocen a uno los méritos, el autor de la columna a la cual nos estamos refiriendo es otro hombre que tiene vara alta con la Divina Providencia, un Frayle, el Reverendo Padre Ricardo Cubillos de los Hermanos Menores Capuchinos, quien se encuentra cumpliendo su misión pastoral en Guinea Ecuatorial en África.
Igual que monseñor, que es nacido en el Eje Cafetero, y el padre Ricardo que es bogotano original de changua y papa chorreada, en el acto especial donde recibí el Premio Cerrejón de Periodismo por una serie de crónicas de radio sobre las letras e historias en la canciones vallenatas, uno de los jurados, el entonces codirector del Banco de La República, Adolfo Meisel dijo refiriéndose a mi trabajo: “La Guajira de la marimba al Cerrejón” dijo: “Ojala los guajiros valoren como se debe lo que están haciendo los hombres y mujeres inteligentes que aquí nacieron y sacan la cara por su tierra”.
Fue aquella la exhortación de un barranquillero raizal de salsa, bollo e yuca y butifarra, ya son tres personajes de brillantes trayectorias, que no nacieron aquí, que con toda generosidad me han manifestado lo que uno nunca escucha en su propia tierra, eso sí, que si entramos a cualquiera de los grupos que tienen algunos medios de comunicación, se lee de entrada donde un guajiro está diciendo que aquí nadie sirve, que todos los servidores públicos son delincuentes, que las mujeres no sirven para nada, que los “indios” solo se dedican a joder, que “esta vaina se va a acabar.
Termina uno saliéndose de allí, para no contagiarse del odio y las frustraciones ajenas, pero no leemos que se escribe para manifestar que en cumplimiento de su deber ciudadano se impetró una denuncia por corrupción, o promovió una Acción Constitucional para la defensa de la Moralidad Administrativa y/o del Patrimonio Público.
Hay tantas cosas positivas para contar que el mal deseo para que las cosas le salgan mal a los vecinos impide ver los botones para muestra que hay tantos como hormiga cabezona en Cueva Honda, aquí los tienen, preliminarmente en el campo científico, el joven Miguel Ángel Gutiérrez, biólogo egresado de Uniguajira, descubrió una nueva especie de Araña, la Selenops Bullerengue; un maicaero, Gustavo Gámez de Armas, Biólogo Molecular, líder de la investigación realizada por la Universidad de Antioquia para diseñar el Protocolo Colombia para detectar el SARS-Cov-2 causante del Covid-19.
Todavía hay más porque el joven biólogo también Luis Alberto Rueda Solano, profesor de Biología de la Universidad de Los Andes y también docente de la Universidad del Magdalena, fue quien descubrió en la Sierra Nevada la Rana Arlequín, anfibio en vía de extinción, y su último hallazgo fue la Rana de la noche estrellada, otra especie que se creía extinguida en el mundo.
El periodista wayuú, Argemiro Montiel, obtuvo el Premio Gabo de periodismo en la categoría texto; el joven ingeniero Rafael Daza Plata, fue premiado por su Proyecto ‘Stema IoT Con UAV y CPR’ para identificación Zonas con Aguas Subterráneas en el departamento de La Guajira, y el escritor, poeta y docente cotopricero, Eunaldo Amaya Loaiza acaba de recibir en Argentina el Premio Gaviota de Plata, está claro entonces, que la cabeza sirve hasta para pensar, que no todo está perdido.
En el campo deportivo el barranquero ‘Lucho’ Díaz dio cátedra en La Copa América y está volando en el fútbol internacional; y la joven Carmen Ibarra y Katerine Medina que están dando cátedra en el juego del Rugby, se ha lucido a nivel internacional; por su parte el Atlético Nacional Guajiro un equipo armado con las uñas, le ganó en un torneo en Valledupar a todo el que se atravesó, con exhibición de garra, personalidad y buen juego; la fresa para el postre es lo que con la ayuda de los barranquilleros, que en su pueblo no recibió, Anthony Zambrano voló en los Juegos Olímpicos cosechando una alegría inmensa para los guajiros que gozamos con el triunfo ajeno.
En la gestión pública y la investigación académica, el joven Miller Choles Povea fue designado Consultor del Banco Interamericano de Desarrollo; Karina Acosta Ordoñez ganó en los Estados Unidos el premio The Regional Science Association International a la mejor investigación, y fue la única colombiana identificada voluntaria para las pruebas de la vacuna Jonhson & Jonhson para prevenir el coronavirus. Jhonathan Malagón es el actual ministro de Vivienda, guajiro, pero para quienes no lo quieren es vallenato ¡Claro está, futuro hay, falta que cerrar oídos a las palabras necias, subirle a la autoestima y bajarle a la envidia!