El fútbol colombiano siempre lo han patrocinado firmas del vicio, Mustang, cervezas Betplay; (grupo colombiano) una vaina ‘guevo’, palabras del humorista barranquillero, Carlos Torres, en una entrevista que le hiciera Jonathan Flores, el 31 de agosto de 2022.
Es una descripción crítica de algo que encierra un contrasentido, la actividad sana del deporte asediado por el vicio. En lenguaje barranquillero ‘vaina guevo’, lleva vaciado un fuerte contenido de recriminación, desaprobación, algo mal visto, lamentable, peligroso, reprochable, etc. Y lo es.
Los jóvenes armados de un teléfono móvil, un computador, en los casinos, están siendo bombardeados sin piedad, estilo Gaza, los están lanzando del acantilado del vicio del azar con el grave riesgo del nunca jamás retornar a su sano juicio, son arrebatados de la vida colectiva de la comunidad para convertirlos en autómatas maniáticos del juego de azar.
Y no es una ni dos las empresas que se disputan el mercado juvenil de las apuestas deportivas en Colombia, no, son exactamente 16 opiáceas empresas que se rifan nuestra juventud, entre ellas: bwin, empresa austriaca, conocida por el patrocinio del fútbol español; Roshbet.co, empresa estadounidense que ofrece una gama de servicios, donde usted puede apostar desde su casa cómodamente con los servicios de Streaming, Ruleta y Blackjack o juego de cartas; wonderbet, también estadounidense, se reserva el derecho a solicitar al usuario toda la documentación relacionada con el origen de las transacciones de depósitos realizados en la cuenta; Betsson, originaria de Suecia, para que se divierta en medio del bosque de apuestas tiene entre otras las siguientes: Fullreto, rivalo.co, sportium, rivalo.co, zamba, etc, etc. En su mayoría sociedades anónimas, con el beneplácito del Gobierno colombiano, autorizadas por Coljuegos.
Y nos quejamos de la situación de la juventud, sumida en diversidad de adicciones, hablamos de promover el conocimiento; los juegos juegan un papel nefasto en nuestra juventud, levantándose con el criterio de la vida fácil, que le ofrecen otras vías diferentes al estudio, a la investigación; al trabajo, y mucho menos en el campo; en los barrios populares donde crece la desesperanza, donde es mayor el bajo nivel de escolaridad, allí se anida y eclosiona en gran proporción la clientela de los juegos antes referidos.
Aquí me refiero exclusivamente a las casas de azar en el deporte, porque atrapa con mayor facilidad a la juventud de la clase media, etc.
Según las estadísticas encontradas en internet, las plataformas y redes sociales más usadas por los internautas colombianos, según la encuesta, son: YouTube con un total de 95,7%, Facebook con 93,6%, WhatsApp con 90,7% e Instagram con 82,0%. Había 39.51 millones de usuarios de Internet en Colombia a principios de 2024, cuando la penetración de Internet alcanzaba el 75.7 %. Había 39.51 millones de usuarios de Internet en Colombia en enero de 2024.
estudio de Cáritas revela que el 36,7% de los adolescentes de entre 12 y 17 años pasa más de seis horas al día, lo que califica como un uso abusivo de las pantallas. Los padres desprevenidos reverencian a sus hijos por el uso del celular, pero más sonreído está el algoritmo por las cándidas presas de sus carnadas.
Existe entre la población una gran preocupación por el creciente e incontenible índice de adicción al celular, sobre todo en la juventud, papel eficiente de difusión sobre todo en la TV, mientras tanto estas casas de apuestas lo ven como su gran oportunidad de hacer negocio sin importar los perjuicios ocasionados, ratificando que la tecnología no es un elemento imparcial en la sociedad, está al servicio del gran capital, que de esta forma extrae plusvalía, de allí que los grandes capitales en el mundo estén concentrados en los inversionistas del sector tecnológico.
Podemos afirmar que en la medida que se desarrolla la tecnología, se afirman dos elementos en cuanto a la plusvalía: uno, diversificación de los extrayentes de plusvalía, y dos la concentración hacia el sector tecnológico; adicional, gana el capital un amplio espectro de la población, a su haber en materia ideológica. Hay quienes a estas alturas desde su sitial de confort, creen atrapar a las masas oprimidas con las redes sociales.