El abogado Jaime Granados, representante del expresidente Álvaro Uribe Vélez, defendió este martes la solicitud de aplazamiento presentada en el marco del proceso penal que enfrenta su cliente.
Granados respondió a los señalamientos hechos por las víctimas reconocidas en el caso, luego de que la defensa del exmandatario interpusiera una tutela solicitando medidas para garantizar el debido proceso y el derecho a la defensa.
En un comunicado, Granados explicó que, el 6 de septiembre, solicitó a la juez 44 penal del Circuito de Bogotá un plazo adicional para revisar la información contenida en el celular y el computador del testigo clave Juan Guillermo Monsalve; según la defensa, era esencial analizar estos dispositivos en su totalidad y no limitarse a las copias espejo que posee la Fiscalía.
El abogado señaló que, aunque pidieron acceso directo a los dispositivos, no lo obtuvieron a tiempo debido a que estos estaban bajo custodia de la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia. Además, destacó que el volumen de información extraída era “considerablemente extensa”, terminaron de hacer las copias “faltando menos de dos días para la nueva fecha de audiencia”; ante esto, Granados enfatizó que no buscaban suspender el proceso, sino un plazo corto, no mayor a siete días, para examinar adecuadamente los datos.
El defensor también rechazó las afirmaciones de que habían tenido acceso a esta información desde 2020 y 2021, argumentando que lo que se pedía en esta etapa del proceso era acceso directo a la fuente original de la evidencia, algo que no se les había concedido.
Por otro lado Granados insistió en que la solicitud de tiempo adicional no respondía a una estrategia dilatoria, sino a la necesidad de salvaguardar los derechos fundamentales de su cliente. Aseguró que convalidar violaciones a estos derechos sería inaceptable.
El expresidente Uribe enfrenta cargos de soborno y fraude procesal, y se encuentra en la fase de audiencia preparatoria, en la cual se definirá si el caso avanza a juicio.
En la última audiencia, Uribe abandonó la sala visiblemente molesto, señalando que la negación de acceso a las pruebas violaba sus derechos y afirmando: “Me parece que en este proceso hay un daño que, si la justicia colombiana no corrige, será irreparable tanto para la justicia como para mí. Continuar adelante negándome el acceso a las pruebas es una violación a mis derechos. Me retiro, señora juez”.