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Recordamos este 22 de diciembre que hace 8 años la ‘Parca’ de la muerte dejó caer en el jardín hechizador de la poesía, el canto y el amor, una aureola que en su círculo luminoso se apagaba dejando el resplandor de sus canciones, pero que la fanaticada en medio del llanto, la tristeza y el dolor, no admitía que la Virgen del Carmen condujera su alma para que la sentara a la diestra de Dios Padre en el cielo, pero muchos entendieron que los designios de Dios son de Dios. Así se puede entender lo que significa para muchos ‘diomedistas’ y su fanaticada el aniversario de la muerte del cantante de música vallenata Diomedes Díaz, un ‘Cacique’ que se recuerda a la hora que hay que escuchar un vallenato de verdad verdad.
El mundo de las canciones de Diomedes Díaz la podemos resumir en el plano de ‘El cantar de mio Cid’ por su obra poética y sus épicos relatos a través del canto que fueron de gran importancia para la gente de su época, así como de la ‘Divina comedia’ en su compendio cultural, religioso y filosófico y poético
Diomedes Díaz con su música vallenata, jamás dejó reflejado en sus canciones o presentaciones lo que en realidad significa la tristeza, a pesar de los embates de la vida producto de su desordenado comportamiento que lo condujeron a enfrentar a la justicia colombiana, al final salía airoso y en medio de toda la circunstancia reflejaba ante el público una actitud positiva. Muchos decían que Diomedes tenía ‘Las 7 vidas del gato’.
A pesar de esa serie de hechos negativos que existió en la vida de Diomedes Díaz, el ‘Cacique’ no le cantó a la tristeza directamente. Solo aparece registrado en la producción discográfica ‘El mundo’, una canción de su autoría titulada ‘Señora tristeza’ en la que podemos decir que es un canto para un amor esperanzado. Dice Diomedes: “Hay corazones que quedan muy afligidos, cuando los hiere el desprecio de una muchacha; en cambio el mío con mi tristeza está tranquilo, donde tristeza está cerquita a la esperanza”. Como lo pueden observar, la tristeza de Diomedes estuvo más cerca de la esperanza que del sentimiento con dolor anímico producido por algún suceso desagradable.
En el aniversario número 8 de su muerte, podemos decir que la voz del ‘Cacique’ a través del canto que dejó a sus seguidores, perdura y seguirá perdurando para las nuevas generaciones que toman sus canciones para mantener vivo el legado que no solo le dejó a sus hijos, sino a su fanaticada, a quienes lo admiraron y a quienes aún le cantan sus canciones.