El único instrumento técnico y normativo que concentra las directrices, políticas, estrategias y metas de cada municipio, es el Plan de Ordenamiento Territorial y su formulación, concertación, aprobación, ejecución, seguimiento, evaluación y control, es de carácter obligatorio de las autoridades locales, no obstante, esta herramienta que debe orientar cada alcalde, en su mayoría se encuentran vencidos en La Guajira.
El POT es una herramienta de carácter obligatorio, pero en muchas administraciones pasa desapercibido porque los mandatarios actúan frente a su Plan de Ordenamiento como si no fuera de gran interés y en ese descuido también tienen un grado de responsabilidad los concejales, quienes deben exigir a su alcalde la presentación para su socialización, renovación y aprobación, pero sabemos que muchos de ellos se han vencido hasta por tres períodos constitucionales en 14 municipios, sin incluir a Hatonuevo que aún se encuentra vigente.
En Riohacha se viene hablando del nuevo POT, del cual se han conocido varias observaciones por parte del alcalde, quien ha objetado algunas posiciones en el contrato suscrito con la ‘Unión Temporal Riohacha Moderna’, contrato que tiene como objetivo la revisión y ajuste del Plan de Ordenamiento Territorial suscrito en diciembre del 2019, pero que tres años después aún se encuentra en pañales.
Son los secretarios de Planeación de cada municipio, los responsables de socializar ante el alcalde y luego presentar para su aprobación ante los concejales el Plan de Ordenamiento Territorial, pero estos guardan un silencio cómplice para que la sociedad no se entere del tema, trabajando sin una hoja de ruta y desconociendo el enfoque territorial que determina la planificación económica, social, ambiental e institucional que exige cada POT.
Observando el listado de municipios que no tienen vigente su Plan de ordenamiento Territorial, la mayoría de ellos fueron formulados en décadas pasadas, aún sabiendo que con el cambio de siglo vinieron hechos modernos que pueden ser tenidos en cuenta; estamos pasando una pandemia que también es otro factor que puede cambiar un ordenamiento y con ellos los adelantos tecnológicos.
La sociedad de cada municipio le debe exigir a sus autoridades que hagan público el POT con el cual vienen trabajando, basados en que los alcaldes no deben proyectar a una ciudad a ciegas y sin hoja de ruta.