A dos años y nueve meses de que termine el actual período de Gobierno, es conveniente recordarles a los alcaldes de los quince municipios, y al gobernador de La Guajira, que evalúen en detalle sus Planes de Desarrollo para determinar si realmente podrán ejecutarlo en un cien por ciento.
En estos momentos se encuentran concentrados en la rendición de cuentas de los recursos invertidos en el 2024, y las proyecciones previstas para este 2025 ante una comunidad que aún sigue mostrando mucha desconfianza en los gobiernos.
De acuerdo con las proyecciones, este será el año de las ejecuciones, ese es uno de los objetivos planteados por el gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar Deluque, quien sigue empeñando su palabra para cumplirle a una comunidad ávida de empezar a disfrutar de ese cambio tan necesario en estas épocas de incertidumbre.
Es necesario reconocer que el gobernador tiene claro el norte, y sigue mostrando plena disposición para alcanzar los logros propuestos, para lo cual requiere un equipo más comprometido que camine a su ritmo.
El mandatario debe también fortalecer las alianzas con los quince alcaldes, independientemente de la línea política en que se muevan porque se trata de hacer causa común para sacar adelante las iniciativas que han planteado en el Plan de Desarrollo.
El Plan de Desarrollo departamental 2024-2027, plantea que el desarrollo del territorio guajiro requiere una inserción más efectiva en los flujos socioeconómicos y socioambientales, así como la adaptación a los cambios en los patrones de desarrollo, los cuales deben estar fundamentados en la sostenibilidad. Esto implica una nueva relación entre el ser humano y la naturaleza, en el contexto de la era antropogénica, hacia el Desarrollo Sostenible.
Ese enfoque demanda intervenciones integradas que aborden las necesidades asociadas a la transformación productiva, la transición energética y la protección de las cosmovisiones culturales diversas, buscando cambios profundos hacia la prosperidad económica, la sustentabilidad ecológica y la equidad social.
En consecuencia, el plan, como hoja de ruta para los próximos años, tiene una visión territorial departamental enfocada en la búsqueda de la paz y la reconciliación, promoviendo la cohesión social en la multiculturalidad, el desarrollo sostenible, la resiliencia y atención al Cambio Climático. La visión incorpora el sentido social de todas las comunidades del Departamento, especialmente de las más vulnerables, y potencia el aprovechamiento sostenible, energético y de recursos marino-costeros y pesqueros, contribuyendo a la seguridad y autonomía alimentaria y a la mejora en la productividad y competitividad.