Los tiempos han cambiado”. Tomamos esta frase de origen popular para explicar la “desmitización” o “desmitologización” del Covid-19 por parte de las autoridades colombianas y de quienes aún creen que el virus ya dejó de ser mortalmente peligrosos, sobretodo, porque hoy con el tratamiento que le están dando los médicos en hospitales y clínicas a los pacientes, lo vienen tratando como una resfriado, una simple gripa o un paciente con problemas respiratorios.
Parodiando lo que muchos costeños han tomado como chacota todo lo que se relaciona con el nuevo tratamiento del Covid-19 por parte de los médicos y ordenado por el Ministerio de la Salud, concluimos de manera rápida que al virus de tanta nariz que le hemos dado ha perdido su potencia, un sector de la sociedad le ha perdido el temor, mientras que otros consideran que el mito que había sembrado el Covid-19 en algunos sectores de la sociedad ha quedado en las fabulosas historias de la tradición oral que nos caracteriza en medio de lo coloquial.
A juzgar por lo que observamos en la actualidad, el mensaje que está mando la sociedad en la transición de la post pandemia, es que existe una diferencia intuitiva y conceptual de las formas de tratar y convivir con el virus, dándole inclusive significados coloquiales entre quienes están asintomáticos y lo que clínicamente están afectados por una de las variantes de la que hoy resulta más efectivo un tratamiento casero que las pastillas que mandan los médicos. Igualmente, la tipología de los ciudadanos de la pandemia está dejando a un lado el mito que generó en su momento la presencia del virus entre los humanos, pasando la etapa de la experiencia de tener el virus hasta llegar a la realidad de convivir con él.
En nuestro lenguaje se ha incrustado una frase de cajón que dice “El mundo ha cambiado”, pero ese cambio ha tenido unas transformaciones en la forma de pensar del paciente, de los médicos y de las autoridades de salud, cambios que se dieron en nuestra sociedad en marzo de 2020 y hoy a enero de 2022, existe un cambio post pandémico e inclusive en su lenguaje y la forma de tratamiento. Ya los médicos y algunos pacientes no hablan de Covid-19, ya hablamos de Ómicron, el aislamiento antes era de 15 días hoy hablamos de 5 y máximo de 7 días.
En conclusión, el mito que generó en su momento la presencia del virus ha pasado a un criterio mucho más moderno y diciendo que en el pasado a quien le dio Covid-19 fue un virus corroncho, mientras que a quien le da hoy Ómicron es porque está a la moda o es un resfriado light. Seguramente, esto nace porque en Colombia más del 95 % de los pacientes corresponden a la variante Ómicron con leve sintomatología.