El Gobierno está envuelto en una nueva polémica desde que se supo que la Presidencia mandó a fabricar una serie de monedas protocolarias bañadas en oro, para regalarlas durante los actos oficiales encabezados por el presidente Iván Duque.
Son en total 1.409 monedas de bronce recubiertas en oro de 24 quilates, cuyo valor asciende a casi 42 millones de pesos.
El diseño de las monedas incluye en una de sus caras el escudo de Colombia, con la frase “Presidencia de la República de Colombia, Libertad y Orden”. En la parte posterior sale un relieve en 3D de la facha de la Casa de Nariño, con el nombre y la firma del presidente Iván Duque.
El Gobierno le pidió al contratista de la obra que cada moneda sea “una pieza de 60 milímetros de diámetro por un grosor de 5 milímetros, elaborada en bronce y troquelada en 3D, con recubrimiento de oro de 24 quilates en el bisel exterior y níquel en la parte interna”.
Monedas conmemorativas en medio de política de austeridad
Como era de esperarse, varios sectores políticos y ciudadanos reaccionaron negativamente a que el Gobierno gaste dinero público en este tipo de objetos suntuosos, pese a que desde hace mucho tiempo el presidente Duque promueve una política de austeridad.
Ante la ola de críticas, el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Víctor Muñoz, aclaró que las inversiones para elaborar recordatorios no son una práctica nueva.
“Siempre la Presidencia de la República ha otorgado artesanías, libros, recordatorios y en este caso las monedas en sí mismas son un recordatorio que se le entrega a militares, deportistas o visitantes ilustres que tiene la Casa de Nariño. Cuando uno hace un recuento vemos que se ha invertido en este tipo de recordatorios que se hacen donde se invertirán cerca de 500 millones de pesos en gobiernos anteriores y nosotros hemos invertido menos de la mitad”, dijo Muñoz.