El fallecimiento de una bebé de un año y medio en una droguería de Valledupar tras la administración de un medicamento sin prescripción médica ha generado un fuerte llamado de 16 sociedades científicas y académicas para garantizar un manejo ético, responsable y seguro de los fármacos en el país.
La menor fue llevada por su padre a la droguería Drogas Malecón Nº2 debido a un cuadro gripal. Según su relato, en el lugar le inyectaron un antibiótico y le aplicaron nebulizaciones; minutos después, la niña perdió los signos vitales.
La Secretaría de Salud del Cesar cerró el establecimiento, al encontrar medicamentos vencidos y productos de uso exclusivo institucional en un local no habilitado oficialmente.
Las asociaciones científicas criticaron que la dispensación y administración de medicamentos en Colombia frecuentemente quede en manos de personal no capacitado, favoreciendo errores de medicación con consecuencias fatales. En reiterados llamados al Ministerio de Salud, han señalado que permitir el ejercicio empírico en labores farmacéuticas contradice la normativa vigente y pone en riesgo la calidad de la atención.
Advirtieron que este problema es observado con preocupación internacional, siendo un factor que contribuye a errores de medicación, interacciones adversas y la creciente resistencia antimicrobiana, una amenaza global según la Organización Mundial de la Salud.
Frente a la situación, exigieron cumplir la Ley 1164 de 2007, que prohíbe el empirismo en el talento humano en salud. También pidieron reforzar los controles sobre establecimientos farmacéuticos, garantizar el cumplimiento de estándares legales y operativos, y desarrollar campañas de sensibilización para prevenir la autoprescripción y el manejo inadecuado de medicamentos.
Finalmente, alertaron sobre la necesidad de proteger a las poblaciones vulnerables y evitar que medicamentos vencidos terminen en canales ilícitos o generen daños ambientales.