Con la realización de tres foros culminó en Uniguajira el proyecto Racismo, Educación Superior y diversidad, una propuesta escogida por el equipo de colaboradores de la Cátedra Unesco: Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina de la Universidad Nacional de Tres de Febrero –Untref–, en donde participaron más de 70 proyectos a nivel latino, de los cuales se seleccionaron 20, siendo este el único en Colombia.
La investigación se realiza desde la alma mater a través de la Facultad de Ciencias de la Educación, su programa de Etnoeducación e Interculturalidad y el grupo de investigación Aa’in en alianza con la Fundación Afro Mata ‘e Pelo.
El objetivo es lograr en la institución un programa que eduque a estudiantes, docentes, funcionarios, directivos y a la población en general, contra el racismo y todas las formas de discriminación, para que se establezcan políticas públicas de prevención de las mismas.
El espacio académico contó con voces autorizadas como la de los estudiantes y graduados de los programas de Administración Turística y Hotelera, Trabajo Social y Etnoeducación e Interculturalidad de Uniguajira Alicia Ordoñez Toro, Piedad Zubiria Moscote y Deivis Amaya Pinedo y los docentes de la institución Ernell Villa Amaya y Zaine Arredondo Quintero. Además de Heny Lorena Cuestas cineasta y fundadora de Cimarrón Producciones; Johannes Rivas Mosquera, profesora de la Facultad de Derecho con enfoque étnico de la Fundación Universitaria Claretiana y Henry Rebolledo docente y miembro de la Campaña para la erradicación del racismo en la Educación Superior en América Latina en la Cátedra Unesco quienes expusieron sus tesis para incidir y sensibilizar a la comunidad académica contra la discriminación étnica y sus diferentes manifestaciones.
Al equipo que hizo posible la iniciativa, se suma Maio Rivas Molina y Raíza de la Hoz Pérez, quienes se desempeñaron como moderadoras de los foros y Caridad Brito Ballesteros, profesora e investigadora de la Alma Mater fue la organizadora y líder del equipo que presentó la propuesta.
Zaine Arredondo Quintero, directora de la Licenciatura en Etnoeducación e Interculturalidad, dijo que el programa ha venido impulsando desde hace 25 años temas indigenistas y afrodescendientes, que actualmente permiten trabajar por un programa hacia la interculturalidad.
La funcionaria explicó que es “fundamental desplegar una pedagogía del reconocimiento que tenga como eje central la promoción de una educación antirracista para contribuir a valorizar la historia de todos los grupos que componen la diversidad cultural y lingüística de la región”.
Por su parte, Heny Lorena Cuestas manifestó que en este camino de la erradicación del racismo, su proyecto surge como una necesidad de entrar a espacios de poder y mostrar verdaderas historias de hombres y mujeres afro y sus comunidades. “Es una apuesta social y política para empoderar desde la cinematografía y producción audiovisual a la población afrodescendiente”, concretó.
Entretanto, Alicia Ordoñez Toro, quien ha sido víctima de discriminación, advirtió que el racismo por lo general se manifiesta de forma cotidiana mediante comentarios, chistes y frases repetitivas que parecen inocentes.
“Sentir un ataque racista nos hace sentir inferior y en el lugar equivocado”, expresó la graduada de Uniguajira.
Como se recordará ella fue vulnerada en su espacio laboral por llevar su pelo de manera natural. La frase que utilizó el racista fue “Ese peinado está bueno para cuando vayas a bailar champeta al barrio 31 de octubre y no a una empresa”.
El hecho fue criticado en algunos sectores de la sociedad y en otros naturalizado como una broma. Algunos analistas consideraron que el tratamiento irrespetuoso y excluyente con la joven fue un ataque racista, por su cabello y también por asociar al barrio con la Champeta evidenciando una forma directa de exclusión y racismo.
Durante su intervención Deivis Amaya Pinedo afirmó que desde los años 50 varios pensadores, intelectuales y escritores colombianos miembros de los pueblos originarios y afrodescendientes, han sido invisibilizados con sus aportes y conocimientos ya que no se incluían ni aparecen actualmente en los planes de estudio ni en los currículos.
En ese sentido, aseguró que “la universidad tiene una obligación esencial y es lograr que las políticas de conocimiento unifiquen la contribución de las culturas afrodescendientes en el ámbito de las letras y la cultura”.
Por otro lado, Johannes Rivas Mosquera señaló que el racismo está permeado en la sociedad, el Estado y la universidad, porque estos cuerpos de conocimiento no han logrado tener un carácter disruptivo. “La Cátedra de Estudios Afrocolombianos y la Etnoeducación tienen un papel liberador, queremos educar para la emancipación y la siembra de un pensamiento crítico entre los estudiantes”.
De manera concreta, el maestro Ernell Villa Amaya propuso tres acciones desde la Facultad de Ciencias de la Educación de Uniguajira para erradicar el racismo: Una encaminada a profundizar la formación de los profesores para generar una sensibilidad frente al tema a través de la Cátedra de Estudios Afrocolombianos.
Segundo un relacionamiento directo con las comunidades afroguajiras, afrodescendientes y afrocolombianas, y en esos escenarios realizar talleres permanentes de lucha contra el racismo y de concientización de los aportes que ha hecho la población negra a la construcción de este Estado-Nación, y empezar a descolonizar el lenguaje que va a llegar a la Cátedra de Estudios Afrocolombianos, pero también el lenguaje del discurso pedagógico que circula en las instituciones educativas.
Al cierre de las jornadas se planteó la necesidad de realizar desde la etnoeducación un diálogo cultural entre las comunidades étnicas del país, para generar prácticas, espacios y aprendizajes para hablar sobre estos temas.