Luego de su recorrido a la zona fronteriza de Paraguachón y al sitio conocido como la Pista en el municipio de Maicao, el nuncio apostólico Luis Mariano Montemayor, expresó que la situación de los migrantes se ha agravado.
Por ello llamó a todas las instituciones del Estado, a la administración departamental, al municipio de Maicao, a los organismos internacionales, a ponerse de acuerdo para trabajar alrededor de una convergencia cada uno desde su rol.
Precisó que afortunadamente no hay signosgraves de xenofobia, pero hay una acogida en la pobreza de los colombianos y los venezolanos que es edificante.
“Quisiera a todos exhortarlos a perseverar, a no caer en soluciones fáciles, que se vayan a casa porque eso no va a resolver”, dijo.
Recordó que alguna vez los colombianos estuvieron allá y hoy están ellos en Colombia, esperando que todos puedan estar de vuelta en sus propias casas, pero mientras tanto se deben seguir ayudando de manera fraterna, primero entre las personas, entre colombianos y venezolanos guajiros.
“Además entre las dos naciones habrá muchas diferencias, habrá cosas, pero no hay razón para hacer sufrir a los pueblos los pueblos no tienen la culpa”, puntualizó.
En ese sentido, el alto prelado explicó que el Papá Francisco lo encomendó para que visitará la frontera en La Guajira, y pondrá delante de las autoridades internacionales, de la comisión de migraciones del Vaticano la gravedad de la situación en la región.
Exhortó a la esperanza y manifestó que hay signos en medio de las dificultades que son edificantes como ver la generosidad que están recibiendo los venezolanos.
“Me decía alguno se vive día a día, pero todos llevan algo en medio de las dificultades, de una población que es pobre y que eso demuestra una generosidad de espíritu que hay que mantener, y que nos ayuda a confiar en el futuro para otras iniciativas, también para el bien común de los guajiros”, dijo.
Estuvo acompañado en su recorrido por el Obispo de la Diócesis de Riohacha, monseñor Francisco Ceballos.