Las problemáticas vinculadas a las migraciones mixtas transcontinentales y del Caribe por la región de Urabá vuelven a registrar un gran crecimiento.
Entre enero y agosto de este año han cruzado la frontera con Panamá 102.067 personas, de las cuales el 76% son hombres y 24% son mujeres.
Así lo reveló Carlos Camargo, defensor del Pueblo, quien explicó que mientras que en el primer mes del año el reporte fue de 4.415 personas, para el mes de agosto alcanzaba las 31.055 personas.
“En 2021, según datos de las autoridades panameñas, 134.000 personas atravesaron el Tapón del Darién y este año, por la tendencia, se evidencia que se superará el número de migrantes por esa zona del país. Esta es una problemática que no ha tenido freno y que requiere del esfuerzo de las entidades estatales nacionales e internacionales para garantizar que los procesos migratorios se hagan de forma segura, ordenada, legal, acompañada y en condiciones de dignidad”, explicó Carlos Camargo.
El Defensor del Pueblo también señaló que han cambiado los perfiles migratorios. En 2021 se destacó el flujo migratorio de personas de origen haitiano mientras que este año el mayor número corresponde a población de Venezuela, 68.575 personas, seguido de Haití con 6.359 personas.
Se reportan 4.088migrantes de Ecuador; de Cuba, 3.707, e incluso de Colombia, 1.756 personas. También se han reportado pequeños números de Senegal, India, Bangladesh, Brasil, Angola, Ghana, Nepal, Somalia, República Dominicana, Camerún, Perú, Congo y China.
Carlos Camargo llamó la atención sobre un significativo número de niños, niñas y adolescentes migrantes.
Este año las autoridades panameñas, entre enero y agosto, registran 14.571 menores de edad que han ingresado a ese país provenientes de la ruta del Tapón del Darién.
“En ese aspecto se hace necesario fortalecer el control migratorio en las fronteras de entrada y salida de personas en tránsito. No existen mecanismo de verificación del parentesco de los niños, niñas y adolescentes migrantes con los adultos acompañantes, lo que los puede exponer a trata de personas, explotación sexual comercial o laboral y matrimonio servil, entre otras acciones delictivas”, manifestó Carlos Camargo.
Agregó que “el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo ha permitido observar el incremento del accionar de las redes de tráfico de migrantes, lo que aumenta los riesgos y vulneraciones de los Derechos Humanos, pues estas bandas trasnacionales se lucran con el tráfico ilícito de migrantes a través de las fronteras”.
“En la travesía por el Tapón del Darién, los migrantes deben sortear los riesgos propios de la selva, como el asecho de animales salvajes, pasar ríos caudalosos, contraer enfermedades tropicales, agotamiento físico por las largas caminatas y el accionar de bandas de delincuentes. A esto se suma el riesgo que asumen algunos migrantes de atravesar el golfo de Urabá en embarcaciones ilegales, a altas horas de la madrugada y sin el cumplimiento de los requisitos de seguridad, lo que los expone a naufragios”, agregó el Defensor del Pueblo.
Finalmente, Carlos Camargo reiteró el llamado a las autoridades para reforzar su trabajo en la subregión del Urabá-Darién para contrarrestar las acciones de los grupos armados ilegales que tienen presencia en el territorio y evitar que los migrantes sean utilizados para transportar drogas o armas.