Ha tomado gran revuelo en el mundo y Latinoamérica la estafa que desde Argentina un grupo de facinerosos norteamericanos a través de las empresas ficticias y digitales pululan en el mundo; a nombre de la eficiencia financiera, la inversión y la rentabilidad con la criptomoneda $Libra, y la connivencia del presidente Milei, mendaz y bandido, cual pirata, pero con los dos ojos despernancados, fungió como señuelo para atraer a un vasto número de codiciosos que viven de la llamada minería monetaria encriptada, que demostró, no tiene ninguna seguridad.
El presidente argentino Milei, impúdico y reaccionario, tan ovacionado en los eventos de la ultraderecha mundial, por su postración y entrega de las riquezas de su país a las trasnacionales, se frotó las manos junto con su hermana compinche; antes, por intermedio de su consanguínea había alojado y atendido en la Casa Rosada (Casa Presidencial) a los estafadores, a carcajadas festejaron el planeado fraude.
Como todo transcurre en segundos por el adelanto tecnológico; y, en cualquier parte del planeta tierra; como pirañas cayeron los ‘avezados’ inversionistas, atraídos por las jugosas ganancias, arrastrados por el sistema de escala Ponzi, donde los últimos van financiando o asegurando las ganancias de sus predecesores, con tasas de ganancias especulativamente atractivas, que someten a grandes atesoradores pendientes del ficticio ofrecimiento de tasas de interés muy por encima de lo que ofrece el sistema financiero y especulativo mundial, El ‘pump and dump’ es un esquema manipulador que intenta aumentar el precio de una acción o valor mediante recomendaciones falsas. Estas recomendaciones se basan en afirmaciones falsas, engañosas o muy exageradas. En segundos también desaparecieron de las pantallas los facinerosos, dejando un chispero después de alforjarse más de 4.000 millones de dólares a más de 4.000 personas en cuestión de minutos.
Pero las criptomonedas llevan un trasfondo mucho más trascendente; desde el punto de vista financiero, aparecen como una simple estafa a crupieres o jugadores de casino, desligados del sistema productivo, como si el dinero hubiese salido por obra y arte de prestidigitadores embriagados por la ludopatía. Las criptomonedas no roban criptomonedas preferencialmente, porque el robo no daría rentabilidad, por carecer de respaldo, roban dinero proveniente esencialmente del sistema productivo, tal como lo hacen los bancos, los Estados a través de los impuestos, la rentabilidad de la tierra etc. Federico Engels, en su artículo III, refiriéndose al Tomo I del capital, deja claro el planteamiento de Marx sobre el trabajo no remunerado transferido en el precio de la mercancía por el obrero producida, y que no le retribuyen. “…todo el capital de nuestros banqueros, comerciantes, fabricantes y grandes terratenientes no es más que trabajo acumulado, trabajo arrancado sin retribución a la clase obrera.”, las criptomonedas no son más que formas para el robo del trabajo ajeno, a través de la especulación.
Los creadores de criptomonedas aunque fuera del círculo reproductivo normal del capital, se alimentan precisamente de quienes desarrollan sus ganancias en el sistema reproductivo esencial de circulación D-M-D, (Dinero, Mercancía, Dinero reproducido) los criptómanos o cleptómanos, igual que los banqueros, no emplean fuerza de trabajo, jalonando su ganancia directamente, sin intermediación D-D, pero su acumulación como dice Marx “…es, por tanto, un resultado de la acumulación real, pues es consecuencia del desarrollo del proceso de reproducción, y la ganancia que constituye la fuente de acumulación de estos capitalistas monetarios, no es sino una deducción de la plusvalía arrancada por los capitalistas reproductivos… El capital de préstamo se acumula a costa de los industriales y los comerciantes al mismo tiempo.” y estos a su vez de los obreros.
Y están tomando tanta fuerza las criptomonedas por su carácter fraudulento, que ante el debilitamiento del dólar por la desdolarización promovida por el Brics, el presidente norteamericano Donald Trump ha optado por crear una reserva con bitcoins “El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el 6 de marzo una orden ejecutiva para establecer una reserva estratégica de bitcoins, que se capitalizará con bitcoins confiscados como parte de procedimientos de decomiso de activos penales o civiles”. Ya, hasta la omnipresente BlackRock, previendo la desdolarización, que detestaba de las criptomonedas, hoy le da su beneplácito, pues, han crecido exponencialmente los casinos y los apostadores. Estas actitudes derivan de la incontenible crisis del imperialismo yanqui, por su delicado estado de salud económica: la débil manufactura, su abultada deuda externa, su indomable inflación, la incertidumbre económica mundial toca las puertas de sus Bolsas de Valores, la relocalización industrial, los competidores imperialistas como China que le acechan; y súmele, las amenazas arancelarias de Trump, etc, etc.
Los avances de la computación cuántica amenazan cada vez más la seguridad de las criptomonedas, a pesar de que más países en Latinoamérica acuden a ellas, por la diversidad de la bajas cargas impositiva de las criptomonedas; el refugio hacia el oro de los grandes inversionistas es evidente; concluimos, la única seguridad de la moneda es la respaldada por la productividad real; esa que sirve en la economía de equivalente universal entre las mercancías, como dinero, que se expresa virtualmente en la mercancía como lo dice Engels. Los poseedores de criptomonedas, personas y naciones atesoradores, viven en la zozobra de la estafa en todas las modalidades: Bitcoin, Ethereum y Cardano. La crisis capitalista no garantiza refugios para los estafadores.