En razón de qué somos una nación católica, apostólica, romana, evangélica, pentecostal, testiga de Jeová, adventista, me ha llamado la atención ¿por qué los humanos le tememos tanto a la muerte?
Mientras tanto, cuando yo era niño, uno de los mandamientos que debía cumplir y que repetía y repetía la monja que me dio religión durante casi toda la primaria y bachillerato era: “Amarás a Dios sobre todas las cosas”.
Justamente surgía un duro diálogo con esta norma, pues sentía un amor muy grande por mi madre, por mi padre y por mis hermanos. Según mi escalafón, Dios iba quedando en el cuarto puesto. Pero, la profesora cometió la prudencia de decirme que Dios era espiritual y que envió al ser que más quería como mensajero y mesías a que muriera por nuestros pecados. ¡Vaya alivio!; pues el Dios que debíamos amar por encima de todas las cosas tenía a un ser al que amaba por encima de todo: su hijo.
La profesora, dibujaba un triángulo en el tablero al que le hacía un ojo en el centro y nos decía que era el de Dios y que absolutamente todo lo podía ver. Así mismo, me predicó que había un paraíso: que si me manejaba bien iría pero si me manejaba mal me quemaba en otro lugar creado por ese mismo Dios para los hijos descarriados. ¡Vaya sufrimiento tuve por todos los años de juventud cohibiéndome de toda clase de simples travesuras de adolescente!
¿He pecado mucho de palabra, obra u omisión?
Ciertamente, con relación al paraíso, no entiendo ¿por qué los creyentes en Cristo tienen tanto miedo a la muerte? Opino que deberían estar felices debido a que van para su paraíso. ¿por qué el pánico? ¿No se supone que es tan excelente su cielo?
Con relación a lo anterior, considero que a Jesucristo lo malinterpretaron o no lo tradujeron bien: creo que su enseñanza la basó en el amor, en no ser violentos y mejor colocar la otra mejilla y en que el cielo o infierno es acá en la Tierra. Sé excelente ser humano, no seas chismoso, sé solidario, buen hijo, buen vecino, buen hermano, buen padre, buena madre, excelente abuela, no maltrates a nadie, ni a los animales y vivirás tu cielo.
A raíz de esa interpretación, pienso que no hay más allá, no hay paraíso fuera de la Tierra, no hay la tal alma o espíritu, no hay ese lugar celestial. Solo contamos con la existencia acá. También creo que los que esperan que alguien resucite para ser llevados al paraíso están perdidos y perdiendo el tiempo. Es que ese cuento de que la Tierra es un lugar de paso desde el cual luego de morir emigramos al cielo, pienso que es lo que da lugar a que a medida que vivimos vamos destruyendo y arrasando el planeta.
También escudan sus opiniones y creencias en su libro sagrado. Yo leí La Biblia, es de los libros mas difíciles de entender, pues está en un estilo de parábolas y para algunas personas dice algo y para otras lo contrario. Es un libro de historia que hay que interpretar porque supuestamente fue escrito hace muchos años y dirigido a un pueblo específico que habitaba el desierto.
¿Un Dios que a toda hora hay que estar adorando?
Según mi profesora de religión, Dios es espiritual, ¿cómo va a saber de amor? Si el amor es presencial, las caricias, los abrazos, los apretones de manos y los besos son entre personas físicas. En efecto, esto podría explicar porqué para muchas de esas religiones el sexo es un pecado.
Para concluir, hoy que tengo hijos y nietos, siento un amor incondicional por ellos. El Dios quedaría en el puesto séptimo. No sería un amor por encima de todas las cosas.
Y ¿qué tal que no haya nada en el más allá y la realidad solo sea el más acá?