En pasadas columnas periodísticas nos hemos referido al carácter selectivo que aplican los encargados de seleccionar material para publicar antologías. “No son confiables”, afirmamos en esas ocasiones, aunque en realidad lo que se advierte en esos casos es la mezquindad de los compiladores. En las primeras semanas del 2024 el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes promulgó un documento en el que consagra este año a la memoria del escritor chocoano Arnoldo Palacios, autor de la novela ‘Las estrellas son negras’, quien nació el 20 de enero de 1920. De él hablaremos en otro momento; mientras tanto, rescataremos del olvido a Óscar Collazos, otro escritor poco valorado por la crítica literaria colombiana.
Nació el 29 de agosto de 1942 en Bahía Solano, pequeña población del Chocó. Falleció el 17 de mayo del 2015. De padre caleño y madre chocoana. Su adolescencia transcurrió en Buenaventura, donde estudió en precarios colegios públicos, carentes de elementos básicos para una educación adecuada; por eso se hizo asiduo visitante de la biblioteca municipal, con la ayuda de un profesor que vio en él a un estudiante inquieto por lograr su realización. Se trasladó a Bogotá para estudiar sociología en la Universidad Nacional de Colombia; esa fue la oportunidad que tuvo para conocer y tener contacto con escritores y personajes de la vida cultural: Germán Vargas, del grupo de García Márquez; Germán Espinosa, más tarde autor de la novela ‘La tejedora de coronas’; Enrique Buenaventura, destacado dramaturgo nacional.
Collazos estuvo en Barcelona y París. Quedó marcado por el movimiento estudiantil de ‘Mayo 68’ en esta última ciudad.
Ya era un escritor progresista con ideas revolucionarias, reconocido por los cuentos que había publicado, aunque apenas tenía veintiséis años. Fue invitado a La Habana como jurado de un concurso literario. Reemplazó a Mario Benedetti en la dirección del Centro de Investigaciones Literarias de la Casa de las Américas de Cuba, entre 1969 y 1970.
En La Habana, Óscar Collazos entabló amistad con Alejo Carpentier, Julio Cortázar, Mario Benedetti, Eduardo Galeano y el español Juan Goytisolo. Hay que recordar algo sobre algunos de ellos: Carpentier es el autor de ‘El siglo de las luces’, ‘El reino de este mundo‘ y ‘Los pasos perdidos’. Julio Cortázar, el de ‘Rayuela’, ‘Bestiario’, ’62 modelos para armar’ y ‘Cuentos famosos’. Goytisolo recibió en el 2015 el Premio Cervantes.
Para Collazos, su paso por la Casa de las Américas significó una gran experiencia pues le permitió familiarizarse con gran parte de las letras de Latinoamérica y exponer temas tan serios y profundos como el de la literatura de la Revolución. A raíz de un debate con Cortázar sobre este tópico, se publicó el libro ‘Literatura en la Revolución y Revolución en la Literatura’ (1970), con la participación de Mario Vargas Llosa.
La producción literaria de Óscar Collazos comprende cuentos y novelas, principalmente; pero también se desempeñó como crítico literario, además de incursionar en el teatro. Entre sus relatos cortos están: ‘El verano también moja las espaldas’ (1966); ‘Son de máquina’ (1967); ‘Esta mañana del mundo’ (1969); ‘A golpes’ (1974); ‘Biografía del desarraigo’ (1976); ‘Adiós, Europa, adiós’ (2000). Novelas suyas son: ‘Crónica de tiempo muerto’ (1975); ‘Los días de la paciencia’ (1976); ‘Memoria compartida’ (1978).
‘Todo o nada’ (1979); ‘Jóvenes, pobres amantes’ (1983); ‘Tal como el fuego fatuo’ (1986); ‘Las trampas del exilio’ (1992); ‘Morir con papá’; (1997); ‘La ballena varada’ (1997); ‘La modelo asesinada’ (1999); ‘El exilio y la culpa’ (2002); ‘Batalla en el monte de Venus’ (2004); ‘Rencor’ (2006); ‘Señor Sombra’ (2009); ‘En la laguna más profunda’ (2011) y ‘Tierra quemada’ (2013).
Collazos fue profesor de la Universidad Tecnológica de Bolívar, Cartagena. La Universidad del Valle le otorgó el título de doctor honoris causa en literatura. Nunca dejó de ser periodista. De hecho, dispuso de una columna de opinión titulada ‘Quinta columnista’ en el periódico El Tiempo, desde 1997. Dos de ellas le valieron sendos Premios Simón Bolívar: ‘Soy zurdo, a mucho honor’ (2003) y ‘Bebo, luego vivo’ (2004). Según el escritor costeño Gustavo ‘Tatis’, Collazos “era un hombre combativo y aguerrido con las injusticias, la corrupción y los malos procesos administrativos. Un gran escritor de cuentos antes de los veinte años; por eso lo apoyaron escritores de la talla de García Márquez y Álvaro Cepeda Zamudio”.