Con motivo de la reciente propuesta presidencial relacionada con la posibilidad de crear el Departamento del Río o Magdalena Medio en desarrollo de un Consejo de Seguridad Integral en el municipio de San Pablo (Departamento de Bolívar) se ha suscitado una gran discusión nacional por el efecto que tendría la concreción de esta apuesta para la unidad territorial de Colombia.
El eventual Departamento número treinta y tres estaría constituido por 30 municipios segregado de los departamentos de Bolívar, Cesar, Santander y Antioquia.
La iniciativa no es una improvisación del Jefe de Estado. Si se revisa la actual Constitución Nacional en los artículos 1, 285-288, 297 y la ley 2200 de 2022se encuentra las bases de la propuesta contenido en el Programa de Gobierno Colombia potencia mundial de la vida 2022-2026: “Construiremos por primera vez un sistema de ordenamiento y gobernanza territorial integral, democrático e intercultural que reconozca a quienes nunca han tenido voz ni han podido participar en las decisiones que los afectan, a través del diálogo y el reconocimiento de las diferencias culturales y las desigualdades regionales tanto urbanas como rurales.”
“Un eje central de esta transformación, estará dirigido a impulsar una Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (LOOT) como instrumento integral de protección del territorio, entendiendo el territorio como un ser viviente desde una perspectiva biocultural que se nutre de las tradiciones, los saberes ancestrales y el conocimiento de los pueblos originarios, negros y campesinos, respetando la gobernanza y la autonomía de cada pueblo.”
En el anterior compromiso se reconoce históricamente, por lo menos en el mundo occidental, la inequidad económica, social y política entre los sures y los nortes de los territorios. No hay duda, está presente en la relación Europa y América, entre Estados Unidos de Norteamérica y América Latina; en el interior andino y la periferia colombiana, en el norte y el sur del distrito capital de Bogotá; en el centralismo de Cartagena, Barranquilla y Santa Marta de nuestra Costa Atlántica y los subordinados y dependientes departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar y La Guajira.
De todas formas, al interior de los siete Departamentos de la región Caribe continental colombiana es donde la bipolaridad norte y sur está más presentes con todas sus asimetrías de organización política- administrativa y de gestión-control de sus territorios.
Si bien es cierto que al trazar la transversal de los sures de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico y Magdalena se constatan significativas brechas sociales intrarregionales, es evidente que en el espacio meridional de la provincia de Padilla (Guajira) y el sur del Cesar donde se justifica con mayor fuerza la propuesta del presidente Gustavo Petro a propósito de la creación del nuevo Departamento del Rio con capital Barrancabermeja.
Es la oportunidad para que en la propuesta de reorganización territorial se concerte e incluya en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 la creación a través del Congreso de la República de un Departamento integrado por los municipios de Curumaní, La Jagua del Pilar, Becerril, Codazzi, San Diego, La Paz, Manaure Balcón del Cesar, Valledupar, Pueblo Bello, Bosconia, el Copey del departamento del Cesar y los municipios de Hatonuevo, Barrancas, Fonseca, Distracción, San Juan del Cesar, El Molino, Villanueva, Urumita y la Jagua del Pilar en el sur de La Guajira.
En ese nuevo Departamento con la capital en Valledupar se puede incorporar la propuesta presidencial para el Departamento del Magdalena Medio en el sentido adaptar la institucionalidad a esta realidad territorial incluido el tema financiero de los recursos de las principales fuentes de financiación como las del sistema general de participación, de regalías y la concurrencia de recursos del nivel nacional con mayor autonomía y profundización de la descentralización del Estado Nacional en este futuro ente territorial.
En los diálogos regional vinculantes para construir la nueva hoja de ruta 2022-2026que se desarrollaran hasta noviembre 2022, la ciudadanía, dirigencia, congresistas, y en general, todas las organizaciones y estamentos, así como alcaldes y alcaldesas de la provincia Upar y de Padilla deben aprovechar esta ocasión y momento para que se concrete este sueño tantas veces aplazados por quienes han manejado y controlado los departamentos del Cesar y La Guajira.