Si uno espabila frente a la deuda de los EE.UU se convierte en pieza de museo pétrea, es la deuda que más crece en el mundo, y es, a la vez la más grande, y, la más grande frente a su PIB, es decir, crece mucho más que su producción total.
El Producto Interno Bruto (PIB) en Estados Unidos valía 27,360.94 mil millones de dólares estadounidenses en 2023, según datos oficiales del Banco Mundial.
El valor del PIB de Estados Unidos representa el 25.95 por ciento de la economía mundial lo que indica que la deuda equivalía al 131.5% de su PIB; mientras que China, para el mismo año 2023 alcanza una producción de 17,79 billones de dólares , el PIB mundial para el 2023 fue de 105.6 billones de dólares, alcanzando China, con el 16.84 por ciento de la producción mundial.
En 2023, la deuda externa de China fue de 24,475 mil millones de dólares, siendo la deuda pública, de 14,984.390 millones de dólares, lo que representa un 84,38% del PIB del país. Indicativo de la fuerte presencia del capital estatal en la inversión.
A principios del siglo XXI, EE.UU, alcanzaba un PIB de 11.93 billones, China 1.3 billones, mientras que la producción mundial para el 2000 fue de 33.84 billones, representaban respectivamente el 35.25% y 3.84%; mientras EE.UU disminuye porcentualmente el PIB mundial, China, su competidor, aumenta, convirtiéndose en la vitrina comercial más grande del mundo, la fábrica; para el año 2000 la deuda representaba el 53.03% del PIB, hoy supera la preocupación está centrada en el abultamiento de la deuda de los EE.UU que está desorbitada, mostrando un incremento de 1 billón de dólares por semestre, sobrepasando el 130% del PIB actual.
Lógicamente que esta situación va incrementando el servicio de la deuda, que es el pago de los intereses adeudado a sus financiadores “Por su parte, el coste del servicio de la deuda se disparará un 132% en la próxima década, pasando de 658.000 millones de dólares anuales el año pasado a 1.527.000 millones en 2033”.
La crisis financiera de EE.UU está a la vista, le mantiene su inmensa fuerza militar, que se engulle gran parte de su gasto, que le respalda para la injerencia y la colonización; ¿que fuera de los postulados de Freedman y Samuelson, sin el Ejército y la marina estadounidense? ¿Sus reglas, su destino manifiesto, su Américan first? El déficit presupuestario de Estados Unidos aumentó a 6,4% del PIB en 2024, frente al 6,2% de 2023, con ingresos fiscales adicionales que no compensaron el aumento de los costos del servicio de la deuda durante un periodo de tasas de interés elevadas.
La balanza comercial, oscila en medio del déficit, la angustia de la producción industrial por su decadencia y la relocalización industrial hacia China buscando recuperar la descompensada tasa de ganancia; aunado, al empuje en este ramo – el industrial – de su más enconado competidor: los chinos, y de contera los indúes; en este aspecto los mismos EE.UU han roto con encono uno de sus más fundamentalistas principios: la libre competencia, estableciendo fuertes impuestos arancelarios y reafirmando sus política subsidiaria.
La crisis y la decadencia gringa, lanza al mundo, arrastrando a los países dependientes, a la guerra, para rescatar su alicaído imperio, ante competidores que vienen concentrándose en los Brics que ya alcanzan al 33,6% de la producción mundial superando al G7 y, una tercera parte de la población 3.500 millones de personas, el 44% de la producción de petróleo , sin incluir a Venezuela; fuerte amenaza en el creciente proceso de desdolarización que tambalea su hegemonía colonialista. El mundo es hoy un polvorín, gracias a la enconada guerra entre los imperialistas por la dominación mundial y, el nerviosismo yanqui por la incontenible carrera de su ocaso.