En el mundo, las primeras monedas nacieron en Turquía. Los materiales con que eran elaboradas eran oro y plata y servían en los árboles de la humanidad como medio de cambio.
Mientras tanto, relativamente cerca de allí, en China, surgía en el siglo IX el papel moneda. Pero solo llegó a circular en Europa en el siglo XII cuando los primeros bancos emitieron billetes.
En nuestro territorio, el real colombiano fue la primera moneda desde 1820 hasta 1837. Luego, en 1880 el presidente Rafael Núñez crea el Banco Nacional de la República de Colombia que emite en ese entonces lo que se conoció con nombre de Peso moneda corriente. Hoy se conoce como el Peso colombiano y su circulación es controlada por el Banco de la República.
Posteriormente, cuando en los países exigido por su economía surge en cada uno su papel moneda, aparece lo que hoy conocemos como Tasa de Cambio que consiste en la relación entre una moneda y otra como un indicador que expresa cuantas unidades de una divisa se necesitan para obtener una unidad de la otra.
Hoy en nuestra economía con la moneda que más nos comparamos es con el dólar debido a que es una moneda fuerte y es con la que mayormente se hacen grandes negocios y transacciones en el mundo. Esta moneda hace que nuestra economía se dinamicé o pierda vigor, hace que muchos ganen o muchos pierdan, puede hacer que se suba nuestra inflación, puede hacer que el banco central suba las tasas de interés, puede condicionar toda nuestra economía. Cuando el dólar sube, hace que nuestro peso se devalúe o se debilite.
Así las cosas, se podría pensar en nuestra economía sacar de circulación al peso colombiano y adoptar el dólar como nuestra moneda en un proceso conocido como dolarización. Esto puede resultar de mucha controversia para los entendidos en la materia como economistas y expertos pero con una moneda estadounidense disparada al alza y haciendo daño a nuestra economía, se podría analizar las consecuencias y dar ese pequeño paso para el colombiano del común pero un gran salto para nuestra economía.
De hecho, afirman desde el Diario la República en artículo titulado Pilares de la Dolarización, que actualmente las economías dolarizadas gozan de un nivel de confianza más alto entre los inversionistas internacionales, tasas de interés más bajas para los créditos internacionales, menores costos fiscales y niveles más elevados de inversión y de crecimiento. Y, desde la Universidad de la Sabana, en artículo titulado Las implicaciones de la dolarización en Colombia, de acuerdo con el Profesor Juan Nicolás Garzón Acosta, “este proceso ocurre bajo ciertas circunstancias de crisis económica o de una inflación muy alta”. Hoy nuestro país pasa por ambas.
Ahora bien, para dolarizar a nuestro país, es necesario contar con un sistema bancario sólido que pueda mantener y manejar el dólar en el exterior. Y, debe existir una excelente relación y coordinación con las autoridades estadounidenses para que fluya el tránsito de divisas.
En síntesis, entre las consecuencias, según la Facultad de Ciencias económicas de la Universidad de Buenos Aires, “Ante la imposibilidad de emitir, no se generan excesos de dinero que presionen sobre los bienes existentes y ello lleve a un aumento de los precios. La economía se convertiría en una especie de juego de suma cero”. Y, de las desventajas están que sin un banco central que provea liquidez en estos escenarios, «los bancos podrían quebrar, podrían desaparecer millones de pesos/dólares en ahorros y se generaría una falta de liquidez global en el sistema que podría llevar a una severa recesión.
Para concluir, como nuestro principal socio económico es la nación norteamericana, un excelente beneficio de dolarizar oficialmente la economía colombiana es que incrementemos exponencialmente el nivel de integración comercial con ellos pues usar la moneda con que se compra y vende petróleo en el mundo nos facilitará el comercio de bienes y servicios con la tierra del Tío Sam y con el resto de naciones del mundo.