Los innumerables cuestionamientos hacia los integrantes del Comité Nacional del Paro, están en su mayoría justificados por las actuaciones erráticas y en contra de los colombianos, que han tenido los últimos días. El túnel sin salida en el que se encuentran las conversaciones con el Gobierno es producto del limitado liderazgo que tiene el equipo de negociadores.
Desde el inicio de los diálogos, fueron muchos los sectores que manifestaron no sentirse representados por la organización negociadora. Los líderes de las protestas y los bloqueos dicen desconocer la labor que viene adelantando el comité en la mesa de conversaciones, por otro lado, los jóvenes afirman no tener como voceros a ninguno de los que conforman este grupo. Entonces: ¿A quiénes está representando el Comité del Paro?
El autoelegido comité se encuentra conformado, principalmente, por miembros de las centrales obreras, personas con salarios altos y claros vínculos políticos, que están lejos de ser los responsables de las masivas convocatorias que se vienen realizando desde el mes de abril. Un grupo que no representa el sentir de los colombianos, en su mayoría jóvenes desempleados o sin estudio, que han salido a protestar para expresar sus inconformidades.
La insistencia de mantener y motivar las movilizaciones pese a la tercera ola de contagios que se vive en el país, las lamentables cifras de personas fallecidas en medio de las manifestaciones violentas y la alarmante crisis económica, demuestra que la intención de estas personas es sumir al país en el caos. Al no rechazar los bloqueos y promover “tomas” de ciudades colocando en alto riesgo la vida y la estabilidad económica de millones de familias, se está jugando manera irresponsable con el futuro de nuestro país.
Mientras el equipo discute sus conflictos internos, sin llegar a un acuerdo sobre el “cambio de táctica” que anunciaron hace días, para definir si continúan convocando a la protesta y el cierre de vías, el país sigue sumando nuevas pérdidas. Según Fedesarrollo, el costo económico del paro nacional en el mes de mayo osciló entre $4,8 y $6,1 billones, para resumir el efecto de este paro ha sido 1,5 veces superior al del paro nacional camionero de 2016. Aunque en la mayoría de vías se han levantado los bloqueos, el ministro de Defensa, Diego Molano, sostiene que todavía persisten cuatro, que están afectando el abastecimiento en el Valle del Cauca, Norte de Santander, Nariño, Caquetá y Putumayo.
Es reprochable, desde todo punto de vista, que algunos integrantes de este comité estén aprovechando la delicada crisis social y económica por la que atraviesa el país para promover sus aspiraciones electorales. El problema aquí no es que quieran participar en política, todos los colombianos tienen derecho a hacerlo, lo cuestionable es que lo estén haciendo a costa del aparato productivo, la educación, el empleo, y la movilidad de los colombianos. Es muy bajo utilizar la coyuntura actual para cumplir pretensiones particulares.
Los diálogos desde las regiones han sido más efectivos que las largas horas de debate con el Comité Nacional del Paro. Esta última semana los bloqueos se redujeron en un 40%, sin duda ese es el camino que debe continuar el Gobierno, el de las conversaciones con los jóvenes y los voceros en cada departamento, para tramitar las demandas de los ciudadanos y plantear salidas a la crisis. Ya es hora de ponerle fin a los bloqueos.