Luego de no lograr un plan de salvamento financiero, la Superintendencia de Sociedades reactivó este 4 de agosto el proceso de liquidación y la entrega de locales de Justo & Bueno.
La cadena de almacenes preveía dos opciones para salvarse, una encabezada por Marco Gerardo Monroy y otra por Alfonso Giraldo Castro, ambas partes desistieron de ofertar debido a la inviabilidad económica.
Para mantener sus operaciones, Justo & Bueno necesitaba un respaldo de $ 303.149 millones, teniendo en cuenta lo que adeuda a los empleados, proveedores, arrendadores, entre otros acreedores.
El juez Santiago Jaramillo Correa ordenó que, en un plazo de 24 horas, el agente liquidador de la sociedad Mercadería S.A.S. expida un cronograma de entrega de 1.000 locales, el cual debe ejecutarse en máximo 20 días calendario.
Previo a la decisiva audiencia, Giraldo Castro, en representación de la firma Deloitte, explicó que «en las últimas semanas surgieron riesgos económicos y coyunturas que podrían llevar a que no sea factible el escenario que hemos planteado».
«Tenemos la firme decisión de construir una nueva oportunidad para todos. (…) Esto significa que, bajo el mismo modelo de negocio, nacería un canal cuyo propósito será recoger lo mejor que esa marca representaba, es decir, una cantidad importante de sus empleados, proveedores y, por supuesto, de los locales en los que los colombianos se acostumbraron a mercar», manifestó el empresario sobre la propuesta que sería presentada a finales de la próxima semana.