Este vienes el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, reconoció que ejecutó el asesinato del líder indígena Kimy Pernía Domicó, perpetrado en 2001 en Tierralta, Córdoba.
En una llamada telefónica con Martha Cecilia Domicó, hija del asesinado indígena de la comunidad embera katío, el excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia –AUC–, consideró el hecho como un crimen de Estado y aseguró que recibió orden de Carlos Castaño.-
«Yo como miembro de facto recibí del Estado, de las Fuerzas Militares, una orden del comandante (paramilitar) Carlos Castaño de asesinar (…) al líder Kimy Pernía Domicó», dijo.
Mancuso explicó que la orden de asesinar a su padre se la dieron porque el Estado creía que los indígenas «alimentaban a los grupos subversivos a la zona» y por su oposición al proyecto de construcción de una hidroeléctrica en la zona.
Añadió que el indígena fue enterrado pero que luego, tras unas exhumaciones, los restos fueron arrojados al río Sinú.
«Pido perdón de corazón, nuevamente. A Kimy, donde esté, le pido perdón y que las aguas del Sinú y la madre tierra lo reciban. Yo les reitero mi compromiso inquebrantable con la paz del país, con la reconciliación, con la justicia».
Entretanto, la hija de Pernía Domicó agradeció que Mancuso le dijera la verdad y aseguró que no tiene rencor.
Durante el encuentro de la Comisión de la Verdad participaron excombatientes de las Farc que también reconocieron su responsabilidad por asesinatos de indígenas, así como miembros de las comunidades que contaron lo que sufrieron durante el conflicto armado.
Cabe mencionar que Pernía Domicó fue asesinado el 2 de junio de 2001 en el casco urbano de Tierralta, Córdoba, donde habita la comunidad Embera del Alto Sinú, tras ser obligado a subirse a una motocicleta.