La empresa TPLGas, especializada en la comercialización de gas natural importado, ha comenzado la entrega de este recurso a ocho compañías colombianas, marcando un hecho histórico: es la primera vez en 45 años que el país recurre a la importación de gas.
El suministro proviene de mercados internacionales, como el Golfo de México, y se gestiona a través de la planta regasificadora del Caribe (SPEC) ubicada en Cartagena. Sin embargo, expertos han advertido que este gas, al ser importado, tiene un costo superior al producido nacionalmente, lo que podría derivar en un incremento de tarifas para los usuarios si se integra al consumo masivo.
Este paso busca garantizar la estabilidad del sistema energético en medio de advertencias sobre un posible déficit de gas en el país. Sin embargo, la medida ha generado debate debido a los costos asociados al gas importado, que es más caro que el producido localmente, lo que podría presionar las tarifas de usuarios residenciales e industriales.
El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, explicó que la importación es parte de un plan de contingencia y aseguró que no se usará de manera inmediata; según Camacho, la producción nacional será suficiente para cubrir la demanda en diciembre, y el gas importado, que representa un 3,8% de la demanda nacional, no impactará a corto plazo en los precios para los usuarios.
No obstante, estas afirmaciones han sido cuestionadas; Luis Fernández, presidente de TPL Energía, aseguró que el gas importado ya está siendo utilizado desde el 29 de noviembre, no solo en sectores térmicos, sino también en hogares, industrias y transporte. Fernández destacó que esta medida ha sido crucial para evitar racionamientos en algunas regiones.
Por su parte, Bruce MacMaster, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), respaldó las declaraciones de Fernández y contradijo al ministro, señalando que la importación ya forma parte activa del suministro energético.
El déficit de gas ha sido una preocupación latente. Según Naturgas, desde hace un mes el país enfrenta dificultades para cubrir la demanda. Proyecciones del Gestor del Mercado estiman un déficit del 8,2% en 2025, que podría escalar al 20,6% en 2026 si no se toman medidas adicionales.