El mundo se encuentra en alerta tras el lanzamiento por parte de Ucrania de su primer misil de largo alcance Atacms, autorizado recientemente por el gobierno de Joe Biden. Este ataque, realizado en la madrugada del martes, ha suscitado temores sobre una posible escalada del conflicto y ha llevado a algunos a especular sobre el «inicio de una nueva guerra mundial».
Según el Ministerio de Defensa ruso, a las 03:25 (hora local), Ucrania disparó seis misiles balísticos Atacms contra un objetivo en la región de Bryansk. Las autoridades rusas confirmaron que cinco de los misiles fueron interceptados por sus sistemas de defensa aérea, mientras que un sexto impactó en una instalación militar, provocando un incendio que fue rápidamente controlado. «No hubo víctimas ni daños, agregó el comunicado.
Funcionarios estadounidenses han corroborado que los misiles Atacms suministrados por Estados Unidos fueron utilizados en este ataque, lo que marca un cambio significativo en la estrategia ucraniana al atacar objetivos dentro del territorio ruso. Este desarrollo se produce en un contexto donde el presidente ruso, Vladimir Putin, ha actualizado su doctrina nuclear, advirtiendo que cualquier ataque de este tipo podría ser considerado como una agresión conjunta contra Rusia.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, declaró en una rueda de prensa en el G20 de Río de Janeiro tras el ataque:«Esto es, por supuesto, una señal de que (desde Occidente) quieren escalar (el conflicto)».
Por su parte, el ejército ucraniano confirmó el ataque a un depósito de municiones en Bryansk, aunque no especificó si se utilizaron misiles Atacms.