El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la revocación de la licencia que permitía a la petrolera Chevron operar en Venezuela, asegurando que el gobierno de Nicolás Maduro no ha cumplido con las condiciones electorales pactadas. La medida, que entrará en vigor el 1 de marzo, supone un duro golpe para la economía venezolana y marca un giro en la política estadounidense hacia el país sudamericano.
Trump hizo el anuncio a través de su red social Truth Social, donde explicó que las concesiones otorgadas en noviembre de 2022 por su predecesor, Joe Biden, serán eliminadas sin opción de renovación. En su mensaje, el mandatario criticó al régimen de Maduro por no haber cumplido con los acuerdos establecidos en materia electoral ni con la deportación de «criminales violentos» hacia Estados Unidos.
En 2022, la Administración Biden autorizó a Chevron a aumentar su producción y exportación de petróleo venezolano con el objetivo de promover elecciones transparentes en el país. Sin embargo, tras los comicios de julio de 2024, en los que Maduro se proclamó ganador pese a los cuestionamientos internacionales, Trump decidió revertir la medida.
La salida de Chevron representa un fuerte impacto para la producción petrolera venezolana, que en febrero de este año había superado el millón de barriles diarios por primera vez desde 2019. Chevron, en asociación con PDVSA, producía más de 200.000 barriles diarios, convirtiéndose en la única gran petrolera estadounidense operando en Venezuela.
El secretario de Estado, Marco Rubio, también respaldó la decisión de Trump, señalando que la licencia otorgada por Biden había representado una importante fuente de ingresos para el gobierno de Maduro. Con esta revocación, el futuro de la producción petrolera venezolana queda en incertidumbre, mientras el gobierno de Maduro deberá buscar nuevas estrategias para mantener la estabilidad económica del país.