El Gobierno español eliminó el tapabocas en la mayoría de los espacios interiores, excepto en centros sanitarios y sociosanitanitarios y en los transportes públicos.
Con esta medida, que entrará en vigor este miércoles, España deja en manos de las empresas la potestad de imponer o no su uso a los trabajadores a partir de la valoración que hagan los servicios de prevención de riesgos laborales.
Así que, el tapabocas deja de ser obligatorio en colegios, supermercados, restaurantes y bares, gimnasios, teatros, cines o conciertos, aunque sí será recomendable para personas con factores de riesgo.
En los espacios sanitarios, tendrán que ponérsela visitantes y trabajadores de hospitales, centros de salud o de transfusión de sangre y farmacias, salvo para las personas que estén ingresadas o residencias de ancianos.
Y en los transportes, será obligatorio su uso en aviones, ferrocarriles, autobuses y VTC (vehículo de transporte con conductor), así como en los barcos cuando no se pueda mantener 1,5 metros de distancia.
Cabe mencionar que las mascarillas en España dejaron de ser obligatorias en exteriores desde el pasado 10 de febrero, tras el descenso de la incidencia después de la sexta ola de coronavirus.