El Gobierno panameño, con el apoyo de Estados Unidos, dio inicio este martes al plan de deportación para migrantes que ingresaron ilegalmente por la frontera entre Panamá y Colombia, atravesando la selva de Darién.
En este primer vuelo fueron deportados 29 migrantes colombianos que ingresaron irregularmente a Panamá, todo bajo la coordinación del Ministerio de Seguridad Pública, el Servicio Nacional de Migración y la Embajada de Estados Unidos, con el apoyo de la Autoridad de Aeronáutica Civil.
Con este primer vuelo, se pone en ejecución el memorando de entendimiento sobre migración ilegal que firmaron los Gobiernos de Panamá y Estados Unidos, el pasado 1 de julio.
El acuerdo establece que Estados Unidos cubrirá el costo de las deportaciones que requiera hacer Panamá para contrarrestar el tráfico ilegal de migrantes por la selva de Darién, problema que ha sido calificado como una tragedia humana.
De acuerdo con cifras oficiales, solo en el 2023 la cifra de ingresos migratorios ilegales por Darién fue de 520 mil personas, de las cuales el 60% son de nacionalidad venezolana cuyo objetivo es llegar a Estados Unidos.
El Gobierno de Panamá ha señalado que este problema migratorio le representa más de 100 millones dólares.
Los siguientes vuelos de deportación, para dar seguimiento al memorando de entendimiento sobre migración ilegal, se estarán anunciando en los próximos días. Para ello ya se adelantan conversaciones con Ecuador e India.
El viceministro de Seguridad, Luis Felipe Icaza, destacó la importancia de este primer vuelo de deportación bajo el acuerdo con el gobierno estadounidense y explicó que la frecuencia de los vuelos se irá programando, dependiendo de la tramitología de los casos.
Icaza dijo que en el primer vuelo de hoy se incluye a personas que ingresaron ilegalmente al país, algunas con antecedentes penales. Una de estas personas con antecedentes está marcada con un caso de alto perfil, ya que está vinculada al Clan del Golfo, uno de los principales grupos narcotraficantes que operan en la región.
Por su parte, el director del Servicio Nacional de Migración, Roger Mojica, reiteró que la cantidad de vuelos que se harán bajo el acuerdo con Estados Unidos dependerá del flujo de migrantes, el cual ha disminuido un 30% por las medidas de control que ha tomado Panamá desde julio.
Precisó que, en lo que va de este año, se han registrado más de 230 mil personas que han ingresado ilegalmente por Darién y, en lo que va del mes de agosto, la cifra ya pasa los 8 mil casos.
Mojica también aclaró que el acuerdo con Estados Unidos permite la deportación de todas las personas que ingresen de forma ilegal a Panamá, y no solo a las que tienen antecedentes penales.
“Estamos monitoreando la situación de Venezuela y las medidas que vayamos tomando las haremos públicas en su momento”, señaló el director de Migración.
Marlen Piñeiro, agregada regional de Seguridad Interna de Estados Unidos, indicó que este primer vuelo a través del memorando de entendimiento demuestra el compromiso de ambos países por abordar juntos la migración irregular en Darién.
“Lo que buscamos ambos países es que las personas dejen de poner sus vidas en riesgo migrando de manera irregular a través del Darién, exponiendo a su familia a violaciones sexuales, robos, violencia, extorsión e incluso la muerte”, expresó Piñeiro tras aclarar que este es el inicio de los vuelos.
Estados Unidos continuará coordinando con Panamá más vuelos de deportación y expulsión en el futuro, “pues consideramos que es una herramienta efectiva para desalentar la migración irregular y proteger nuestras fronteras. Panamá es un fuerte aliado en el tema migratorio y esperamos seguir agendando próximos vuelos bajo este programa”, aseguró Piñeiro.