Al menos 24 ciudadanos colombianos resultaron afectados por el huracán Otis, registrado el pasado martes en la costa pacífica mexicana, de acuerdo con el Consulado de Colombia en la capital de México, que dispuso la atención a los connacionales que lo requieran y sus familias.
“Hasta el momento hay 24 casos de personas colombianas afectadas por el huracán Otis, de las cuales 16 están en proceso de localización, nueve ya están ubicadas y se ha expedido un pasaporte exento”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El huracán causó víctimas y graves daños en la ciudad de Acapulco, en el estado mexicano de Guerrero. El Consulado en Ciudad de México señaló que “sigue en comunicación constante con las autoridades locales para continuar con el proceso de localización y atención de nuestros connacionales y de aquellos que lo requieren. Sugerimos a nuestros connacionales seguir las recomendaciones de las autoridades locales y tomar las medidas de precaución”.
Manifestó “sus condolencias a las víctimas de esta catástrofe natural al igual que a familiares, autoridades y al pueblo de los Estados Unidos Mexicanos”.
El huracán Otis de categoría 5 ha dejado 27 muertos y 4 desaparecidos, y al menos un millón de personas damnificadas. Han pasado más de 30 horas, y apenas se va conociendo la magnitud del golpe en Acapulco, uno de los puertos turísticos más importantes de México. Guerrero es una zona de desastre.
Hay 6 cierres de carreteras en el Estado de Guerrero por caída de árboles, deslaves, socavones y desbordamientos, lo que ha dejado prácticamente incomunicado al puerto de Acapulco, y a varios municipios del Estado.
La electricidad sufrió “un colapso”, en palabras de Rosa Icela Rodríguez, secretaría de Protección Civil. Se cayeron 58 torres de alta tensión, fuente principal de energía eléctrica.
Tampoco hay suministro de agua. Mucho menos internet. Las líneas, torres telefónicas y la fibra óptica están muy afectadas. El suministro de combustible también está suspendido. La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, dijo que el huracán afectó a un 80% de los hoteles de Acapulco, según le comunicó la presidenta municipal.
Otis ha sorprendido a meteorólogos y científicos por la rapidez con la que se intensificó en el Pacífico. En tan solo 12 horas, pasó de ser una tormenta tropical a un huracán de máxima intensidad, que tocó tierra en la madrugada del miércoles en Acapulco con lluvias torrenciales y vientos de más de 260 kilómetros por hora.
El poder devastador del temporal que ha arrasado Acapulco está relacionado con el fenómeno de ‘El Niño’ y el aumento de la temperatura del agua de los océanos. Ni el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ni las autoridades locales y federales han podido prever la intensidad del fenómeno.