La Guajira atraviesa una de sus peores temporadas invernales, con más de 225 mil personas afectadas, equivalente a unas 42 mil familias. La emergencia ha golpeado a ocho de los quince municipios del departamento, ya declarados en calamidad pública, según informó el gobernador Jairo Aguilar Deluque.
En entrevista, Aguilar expresó su preocupación por la magnitud de la crisis: «Las condiciones en algunos barrios de Riohacha son muy complejas. Es fundamental movernos rápido para ayudar a nuestra gente». El gobernador destacó los esfuerzos del Plan Departamental de Aguas, que ya ha comenzado a abastecer a comunidades con recursos propios, incluyendo un fondo de seguridad alimentaria creado en julio, anticipando las dificultades que traería la ola invernal.
Aguilar reconoció que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo ha enfrentado limitaciones administrativas y no ha podido brindar un acompañamiento efectivo al departamento. Sin embargo, gracias al fondo departamental, se han movilizado 200 toneladas de alimentos hacia las zonas más afectadas, como la Alta Guajira, Manaure y Uribia.
Por su parte, el alcalde de Riohacha, Genaro Redondo Choles, enfatizó el papel clave de la comunidad y las entidades locales en las labores de mitigación: «Hemos estado muy cerca de la gente en barrios como Villa Fátima y Las Delicias. Gracias al apoyo del Batallón de Ingenieros y maquinaria proporcionada por diversas entidades, hemos logrado drenar áreas críticas y reubicar familias afectadas».
Redondo resaltó la urgencia de dragar el río Ranchería, que se ha desbordado recientemente, afectando barrios como Cucurumana y Villa Fátima. «El dragado del Ranchería es prioritario para prevenir nuevas inundaciones. Necesitamos el apoyo de Corpoguajira para agilizar este proceso», destacó el alcalde.
Además, el Distrito de Riohacha está avanzando en un proyecto pluvial, en colaboración con el Ministerio de Vivienda, que contempla una inversión conjunta de más de 7.700 millones de pesos; este sistema pretende resolver problemas históricos de inundaciones en zonas críticas de la ciudad, como las comunas 4, 5 y 10.
Ambos mandatarios coincidieron en que se requiere una estrategia integral para abordar no solo la emergencia actual, sino también para prevenir futuras crisis mediante la mejora de la infraestructura y la implementación de proyectos sostenibles a largo plazo.
Mientras tanto, continúan las labores de atención a los damnificados, con el apoyo de la fuerza pública, quienes han demostrado un compromiso en medio de la adversidad.