En el corregimiento de Conejo y el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Pondores de La Guajira, el arte se ha convertido en una herramienta poderosa para subsanar y soñar con un futuro lleno de esperanza, para cada uno de los niños que haan sido víctimas del conflicto armado.
Hoy en día y gracias a programas de arte impulsados por entidades locales y nacionales, los niños y jóvenes que crecieron en medio de esta realidad están encontrando nuevas formas de expresión a través de la música, la pintura y la danza.
Así lo manifestó Yesly Paola Hernández, firmante de paz e instructora de dibujo y pintura en el marco de las Agendas Territoriales por la Paz en corregimiento de Conejo y el (ETCR) Pondores: “yo soy una convencida de que el arte y la cultura son herramientas fundamentales para la construcción de paz y sobre todo para dar una motivación y un enfoque en los niños y jóvenes, el arte justamente les permite que desarrollen y transmitan sus pensamientos, sus ideas y ese acercamiento al lenguaje visual que genera un diálogo, con el que logramos saber cómo se sienten nuestros niños y jóvenes en el territorio, con que sueñan y hacia donde están direccionando su vida, lo que al final hace que se transmita entre ellos mismo ese mensaje de paz que es nuestra finalidad”.
Sin lugar a dudas, el arte se ha convertido en un vehículo para que los niños y jóvenes de Conejo y Pondores vuelquen sus historias y visiones de futuro en notas musicales, danzas rodeadas de alegría y pinturas en formas y colores que reflejan la capacidad creativa y el talento de los mismos. Ejemplo de esto, es todo lo que ha despertado la pintura en muchos de ellos, pues los murales que ahora decoran sus casas, barrios y centros comunitarios reflejan no solo los paisajes de La Guajira, sino también los valores y aspiraciones de una comunidad joven decidida a renacer y proyectarse hacia un futuro mejor y libre de cualquier tipo de violencia, expresó la firmante de paz.