Dos funcionarios del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) habrían sido agredidos y amenazados por un grupo armado ilegal en la vereda Pénjamo, zona rural de Dibulla, cuando se disponían a realizar un encuentro con campesinos de esta región.
Las informaciones señalan que trabajadores del ICA fueron sorprendidos por varios sujetos que portaban armas largas y los retuvieron varias horas en ese sector donde se ha conocido que hay enfrentamientos y donde han aparecido cuerpos sin vida en los últimos días.
Este hecho se habría registrado la mañana del sábado 3 de agosto cuando el personal del ICA se disponía a llegar a un encuentro con campesinos y según la versión de un integrante de esta comisión, se encontraron con más de 20 hombres que se identificaron como miembros de las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada de Santa Marta (Los Pachenca).
Recientemente, el gerente general del ICA, Juan Fernando Roa, se pronunció.
“Rechazamos los actos de violencia a los que fueron sometidos dos funcionarios del Instituto, seccional La Guajira. Los profesionales de la entidad fueron interceptados, amedrentados por un grupo armado durante más de tres horas. El vehículo oficial en el que se transportaban fue hurtado y luego apareció incinerado y con varios impactos de bala”, relató Roa.
Por su parte, el secretario de Gobierno del municipio de Dibulla, Odacir Ospino, señaló que por información del Ejército Nacional, conoció que un vehículo del ICA había sido incinerado. “Hasta ahí tuvimos la información, pero no tenemos conocimiento de alguna denuncia ya que en esta zona es donde se están dando los enfrentamientos desde el viernes pasado, por lo que no tenemos conocimiento en profundidad de lo sucedido ese día en Pénjamo”, declaró el funcionario.
Sin embargo, el gerente general del ICA, explicó que ya la respectiva denuncia se encuentra ante las autoridades competentes quienes adelantan las investigaciones necesarias para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia, e hizo un llamado urgente a respetar la integridad de los funcionarios que cumplen un papel crucial para la protección de la sanidad agropecuaria.