Siempre nos toca pedir ropa prestada para poder vestirnos. Nuevamente Colombia le ha solicitado apoyo a Venezuela para poder utilizar la carretera asfaltada que une a Paraguipoa con Cojoro – Castilletes, conocida por los vecinos como la Ruta 6. No tenemos otra alternativa. Nunca le hemos prestado atención al proyecto para construir una carretera que parta desde Maicao – y llegue a Flor de La Guajira – Castilletes – Nazareth, y luego empalme con Portete y Puerto Bolívar.
El año pasado cuando tuvimos la espantosa sequía, todos gritaban para que solicitaran agua a los venezolanos, que construyeron una tubería desde El Brillante y surte a todas las poblaciones que se encuentran a lo largo de la carretera.
Este año, cuando tenemos el agua al cuello por las lluvias que han caído, hemos acudido, mediante una solicitud verbal, para que el gobierno de Nicolás Maduro, autorice el uso de la carretera Paraguaipoa – Castilletes.
Se nos olvida que los venezolanos reclaman como suyo el golfo de Coquivacoa, y sostienen que el hito 1, frente a Castilletes, es el comienzo de la territorialidad de los vecinos, tal como lo deja sentado Valentina Quintero, una periodista que llegó a realizar un reportaje y se quejó, porque le toca pedir permiso y llegar escoltada.
Hace poco tiempo volvimos a discutir la posibilidad de traer gas del Zulia, para surtir las necesidades de Colombia. Siempre queremos tener esa dependencia sin pensar que nuestro subsuelo está lleno de agua, gas, petróleo, carbón, y por nuestras tierras se pueden construir carreteras, para no seguir vestido con la roja ajena.
Durante la última sesión de la Comisión Binacional de Vecindad e Integración Colombia-Venezuela, que se llevó a cabo en Cúcuta, Norte de Santander, se aprobó el uso de la vía Paraguaipoa – Cojoro – Castilletes, a fin de abastecer con ayuda humanitaria a nuestros hermanos wayuú, que vienen padeciendo porque no tienen carreteras por dónde transportar sus alimentos.
Se han registrado algunas emergencias en donde nos ha tocado utilizar esas vías para sacar a pacientes que tienen serios problemas de salud y llevarlos a Maicao.
El congreso colombiano aprobó hace muchos años, la ley para la construcción la carretera periférica que unirá toda la Alta Guajira con Maicao, Uribia, Riohacha. La obra no se ha ejecutado. ¿Por qué? Falta de decisión de los gobiernos de turno.
Ahora se proyecta construir un aeródromo en Paraíso, un territorio comunicado por trochas; inexplicablemente no se contempla la construcción de la carretera Puerto Bolívar – Portete – Bahía Honda – Paraíso – Puerto Estrella – Nazareth – Castilletes.
Dos países con relaciones frágiles, no pueden vivir con la misma ropa. Eso está claro. Definitivamente la necesidad tiene cara de perro. Nos toca acudir al vecino, a pedir un poco de agua, a pasar de tener nuestros ríos rebosados.